British Airways es acusada de nuevo de discriminar a los cristianos
Una ex empleada de British Airways (BA), Nadia Eweida, que trabajaba en los mostradores de facturación en el aeropuerto londinense de Heathrow, acusa de nuevo a la aerolínea de discriminar a los cristianos.
En 2006, BA prohibió a la empleada lucir un crucifijo en su uniforme. Nadia Eweida tuvo que abandonar su puesto de trabajo porque la compañía consideró de mal gusto que sus empleados lucieran símbolos religiosos. La trabajadora justificó su renuncia a quitarse éste símbolo religioso aduciendo que no se prohibía llevar los pañuelos musulmanes y los turbantes a los empleados de otras religiones.
Por ello, Nadia Eweida exigió de la directiva de la compañía aérea que reconociera que las normas de la política corporativa de BA incurrían en discriminación religiosa.
Eweida solicitó también una compensación moral y material por las vacaciones impagadas de tres meses que le hicieron tomarse por negarse a esconder la cruz que llevada en su ropa. La británica, de 58 años de edad, estimó el daño en 120.000 libras.
La compañía rechazó todas las acusaciones. Como consecuencia, la mujer inició un proceso judicial.
El proceso tuvo una amplia repercusión en la prensa. A pesar de que los tribunales británicos habían fallado en contra de Eweida, la opinión pública británica resultó estar a favor de ella. Algunos ministros británicos declararon un boicot a British Airways. La conducta de la compañía fue considerada por algunos miembros del parlamento británico como "deplorable"; en apoyo de Eweida se manifestaron indirectamente también el ex primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, y el Papa Benedicto XVI.
Bajo la presión social, la compañía aérea tuvo que permitir poner símbolos religiosos sobre la solapa del uniforme. La invitaron a volver a trabajar y llevar la cruz encima de la ropa, aunque en otro puesto, que haría imposible su contacto con gran cantidad de pasajeros. Sin embargo, la británica se ha negado a aceptar la propuesta de la compañía aérea.