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El recetario del presidente paquistaní para quitarse "el mal del ojo"

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El presidente de Pakistán Asif Ali Zardari asiste en su residencia a la práctica de sacrificios de cabras negras para protegerse del llamado “mal del ojo”, afirman medios de comunicación locales, citando a los supuestos testigos presenciales de estas “solemnidades”.
El recetario del presidente paquistaní para quitarse "el mal del ojo"

El presidente de Pakistán Asif Ali Zardari asiste en su residencia a la práctica de sacrificios de cabras negras para protegerse del llamado “mal del ojo”, afirman medios de comunicación locales, citando a los supuestos testigos presenciales de estas “solemnidades”.

“Efectivamente, el señor Zardari desde hace tiempo se dedica a tales sacrificios," así lo confirmó al respecto el portavoz presidencial Farjatula Babar, añadiendo que tales prácticas se efectúan “con cierta periodicidad” y no a diario, pese a las noticias difundidas.

De ser verídica tal información, la residencia del jefe del Estado paquistaní debería haber presenciado más de un centenar de cabras negras ejecutadas para la ofrenda, ya que Zardari ascendió al cargo presidencial en otoño de 2008. Los opositores del mandatario sostienen que su lucha contra “la magia negra” testimonia a todas luces que Zaddari es “un ser supersticioso” y “psicológicamente inestable”.

En efecto, la situación del gobernante se complica, ya que el nivel de confianza, depositada en él por los electores en 2008, sigue bajando a causa de la pésima situación económica y los ataques incesantes de los terroristas. Sin embargo, según declaró el periodista local, Mahammad Tahir, a la agencia RIA Novosti, no se debe descartar que al confirmar la práctica de sacrificios, los servicios de prensa presidenciales intenten de este modo promocionar la imágen pública del regidor.

“Es posible que los portavoces del jefe del Estado aprovechen esta información para subrayar el profundo respeto del presidente a las antiguas tradiciones, muy arraigadas en la conciencia popular. Una de las tradiciones ancestrales musulmanas es dar limosna voluntaria que se llama “sadaka” cuando la carne de los animales sacrificados, se distribuye gratuitamente entre los mendigos y más necesitados. Con las donaciones de carne la popularidad del presidente podría aumentar entre los indigentes”, dijo Mahammad Tahir.       

Los periodistas locales no dejan de ironizar a costa de Zaddari, diciendo que si el mandatario emprendiera una lucha más eficiente contra el terrorismo y los agobiantes problemas económicos que sacuden el país, eso resultaría mucho más útil y provechoso para su popularidad que la carne de todas las cabras negras existentes en Pakistán.   

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