La prueba del sistema antimisiles de EE. UU. fracasa por defectos del radar
La prueba de uno de los elementos del sistema antimisiles realizada por el Pentágono de los EE. UU., un misil de intercepción en silo subterráneo, terminó en fracaso, después de que el misil 'atacante' no resultará derribado.
Según el representante oficial del Pentágono, Rick Lener, el misil antibalístico de tres etapas, que salió de la base aérea de Vandenberg (estado de California), no alcanzó a interceptar y destruir la cabeza de combate de la prueba.
"Los oficiales realizarán una investigación escrupulosa de las causas de la prueba fallida", afirmó Lener. Según sus palabras, el 'cohete blanco' lanzado de Kwajalein Atol en el Océano Pacífico (que forma parte de las islas Marshall) y el interceptor que se precipitó al mar tras aproximadamente seis minutos dirigiéndose hacia el objetivo, mostraron un comportamiento adecuado.
Sin embargo, la plataforma oceánica, sobre la cual estaba establecido el radar esférico, "no se ha comportado como se esperaba". En otras palabras, los defectos en el funcionamiento de la estación multifuncional de radar de la base marítima (Sea Based Radar, SBR) hicieron que el misil de intercepción no cumpliese con su cometido.
Cuando Patrick O’Reilly, brigadier general del ejército de Estados Unidos y vicedirector de la Agencia de Estados Unidos para la Defensa contra Misiles Balísticos, habló sobre la futura prueba en el pasado mes de diciembre, subrayó que “por primera vez se realizará según el escenario de un posible ataque de misiles balísticos de Irán”.
Antes comprobaron la capacidad de los interceptores para cortar "las amenazas por parte de Corea del Norte", añadió Patrick O’Reilly.
El Pentágono planifica tener 30 misiles antibalísticos, instalados en Alaska y California, que servirían para destruir las cabezas de combate a medio camino de su trayectoria de vuelo.
La prueba actual ha costado aproximadamente unos 120 milliones de dólares. El último lanzamiento de este tipo tuvo lugar en diciembre de 2008 en Alaska y en aquel entonces el 'cohete-blanco' resultó eliminado.
Para elaborar el Escudo Antimisiles desde 1983 los Estados Unidos han gastado más de 150.000 millones de dólares.