Un peludo ángel de la muerte: un gato augura la llegada de la parca
El gato Oscar es muy cariñoso, pero se percibe como un ángel de la muerte con cuatro patas por los habitantes de una residencia de ancianos de Estados Unidos. Según los médicos y otros empleados de la residencia, este gato puede sentir cuando alguien va a morir. Los ancianos saben que si Oscar ha entrado en el cuarto de alguien, a esta persona no le quedan más de cuatro horas de vida. Todavía no ha tenido fallos.
El gato que posee este asombroso don vive en la Residencia de Ancianos y Centro de Rehabilitación de Providence, Rhode Island (EE. UU.) que atiende a personas con demencia severa y en las etapas finales de diversas enfermedades. Oscar predijo sin fallos ya 25 muertes.
"Todavía no se ha equivocado nunca. Parece que comprende, cuando el paciente está a las puertas de la muerte", comenta David Dosa, el médico del centro de rehabilitación.
"Los parientes de muchos pacientes ven en tales predicciones un consuelo. Aprecian el apoyo que presta el gato a sus parientes que están a cerca de la muerte", afirman los médicos.
Oscar fue adoptado cuando era pequeño en un refugio para ser entrenado como gato para terapias en la residencia. Después de unos meses, los empleados notaron que se sentaba y se ponía a dormir con los pacientes que estaban a punto de morir.
“Oscar consigue pronosticar la muerte que se acerca mejor que los especialistas", dice la doctora Joan Teno, que se ocupa del tratamiento de los enfermos en esta residencia de ancianos y está especializada en el cuidado de los pacientes que se encuentran en fase terminal.
Joan creyó en las extraordinarias habilidades de Oscar, cuando aquel hizo su decimotercera predicción correcta. La mujer examinó a una viejecita, que tenía unos evidentes síntomas de estar próxima a la muerte: no comía prácticamente nada, respiraba con dificultad y se movía mal.
Durante el examen médico Oscar no estaba al lado y Joan pensó que todas sus predicciones anteriores sólo fueron una coincidencia. Sin embargo, la que se equivocó fue ella: Oscar apareció en el cuarto de la paciente ocho horas después. Al cabo de dos horas la anciana murió.
David Dosa recuerda una ocasión en la que los empleados estaban convencidos de que se avecinaba la muerte de un paciente. Sin embargo Oscar se negó a sentarse con esa persona, eligiendo en cambio la cama de otro. Oscar acertó: la persona con la que se sentó murió primero, sorprendiendo a enfermeras y médicos.
Los médicos afirman que Oscar se acerca sólo a los pacientes extremadamente enfermos.
Los parientes se muestran agradecidos al gato por ser la suya una forma de prepararles para la llegada del fatal momento. Después de la muerte del paciente, Oscar habitualmente sale de su habitación a la calle y va de aquì para allá por el césped, maullando lastimosamente.
Cómo consigue predecir la muerte sin fallo es un secreto para todos. Joan Teno dice que posiblemente el gato responde a una feromona u olor que los humanos simplemente no perciben.
Los médicos sí que coinciden en una cosa: Oscar deja una bonita posibilidad a los parientes de los pacientes para despedirse de sus seres queridos.