El penitente camino hacia Dios
Si no podemos ser humanos, ¿cómo podremos pensar en lo divino? Los creyentes rusos se hacen a si mismos las preguntas de Jesús y analizan cómo pueden limpiar su corazón con el arrepentimiento para llegar a otro nivel de su vida espiritual.
Empieza en Rusia el “tiempo del florecimiento espiritual y del despertar”. Bajo esta grandiosa expresión se esconde el gran y profundo trabajo para los creyentes ortodoxos durante “la primavera de vigilia”, o, como lo llama la Iglesia ortodoxa, el tiempo del Gran Ayuno.
Siete semanas de una de las cuatro vigilias más rigurosas en el mundo ortodoxo destacan por su penitencia y humildad para preparar el cuerpo y el espíritu al encuentro con la fiesta de resurrección de Cristo, a la percepción del conocimiento sagrado que cada persona puede unirse con Dios siguiendo los mandamientos de Cristo.
Cada conocimiento no es solo información y para entenderlo es imprescindible observar el ritual. El sentido de cada ayuno es un ejercicio de abstención, de purgamiento de las pasiones y pensamientos pecaminosos del alma, de sumisión del cuerpo y el alma al Espíritu Santo. Por eso, enojarse o perder el coraje es igual de pecaminoso que beber vino o comer carne.
En la Rusia antigua el ayuno se respetaba profundamente. Todas las canciones disminuían su volumen, se limitaban el ocio y el entretenimiento. Este año, según un sondeo del Centro de Investigación de la Opinión Pública de la Federación Rusa, solo 4% de los rusos planean mantener el Gran Ayuno y la mayoría (62%) no van a limitar su ración común de alimentos.
A pesar de esto, el Patriarca ruso Kirill deseó a todos pasar por el ayuno y responder a sí mismo a las preguntas “¿y si vivo correctamente?, ¿y si hago todo como debe ser?”
“El Gran Ayuno es el tiempo cuando hay que pensar en uno mismo, en su alma. La Vigilia es el tiempo de introspección. Decir la verdad, la penitencia es el cambio de mente y corazón de una persona. […] Pienso que nos esperan muchos descubrimientos de este camino, y quisiera desear de todo corazón que estos descubrimientos nos lleven a cada uno de nosotros a un nuevo nivel de calidad de nuestra vida espiritual”.
El patriarca oficia durante los primeros cuatro días el Canon penitente en la Catedral del Cristo Salvador en Moscú y otras tres catedrales. El canon contiene 250 oraciones de penitencias y establece analogías entre el pecador que confiesa y los personajes de la Biblia que lamentaban sus pecados
El ayuno termina el 3 de abril. Sus primeros 40 días están vinculados con la historia bíblica que Jesús ayunó durante 40 días y 40 noches en el desierto. Después de este plazo empieza la Semana Santa, período que conmemora los últimos días de Cristo en la tierra y sus sufrimientos.
La campanada de Gran Ayunodel Monasterio de San Daniel en Moscú
La temporada del Gran Ayuno es un tiempo de reflexión e intensas oraciones, de renuncia a todas las costumbres perniciosas. El ayuno espiritual fue estricto para todos, a pesar de que se relaja el ayuno alimenticio para las mujeres embarazadas, los enfermos, los obreros y quienes están de viaje.
La costumbre dice que hay que seguir más rigurosamente la primera y la última semana del Gran Ayuno. “El buen inicio es la mitad de hecho”, puede ser que por eso muchos ortodoxos vigilan más esmeradamente la primera semana del ayuno. El Gran Ayuno supone la exclusión de la carne, leche, pescado y huevos de la comida.
La Pascua otrodoxa este año se celebrará el 4 de abril.