Arte a 30 grados bajo cero
Mientras unos artistas buscan la inspiración sometiendo a estados extremos sus emociones, otros la encuentran en medio de los ambientes más radicales. El artista británico de origen paquistaní, Nasser Azam, partirá a la Antártida (Polo Sur) para pintar ahí nueve obras bajo una temperatura de menos 30 grados.
Azam hará arte inspirado en la física y la fisiología georgráfica de la zona: La Antártida para él es como un ser vivo. El artista seguirá reflexionando sobre las posilibidades expresivas y abstractas de la forma humana, que son los temas de sus anteriores creaciones.
“Es muy desalentador pensar en trabajar en las condiciones extremas del Polo Sur, pero pienso que esto me empujará hacia otro nivel y también me revelará posibilidades asombrosas para mi arte. Mientras algunos artistas necesitan de situaciónes emocionalmente extremas para inspirarse, yo investigo los extremos de la misma naturaleza”, dice en su página web oficial.
Lienzos de 3 por 3 metros serán transportados en un contenedor de acero, hecho especialmente para este viaje. Las pinturas están preparadas para soportar esas temperaturas y no se congelan. Los pinceles también son especiales. Todos estos materiales fueron elaborados por Nasser en un gran congelador en el mercado de pescados de Londres, donde reside el pintor. En su interior pasó dos horas probando diferentes pinturas bajo una temperatura de 22 grados bajo cero. El artista confiesa que el trabajo fue muy duro pero esperaba acostumbrarse al frío.
Durante su misión de 5 días quiere terminar tres trípticos (nueve obras), proceso que se grabará para un documental. La compañía Dromlan Antarctic Operations, apoyará al creador en su aventura.
Antártida es un proyecto a largo plazo de "pintura performance", como él mismo la llama. En julio del 2008, Azam fue pionero de la pintura ingrávida al completar dos trípticos mientras realizaba un vuelo parabólico en el avión IL-76MDK sobre la Ciudad de las Estrellas en Rusia.
Pintar sin gravedad exige una técnica especial: el pintor primero prepara el fondo con pinturas acrílicas y durante el vuelo usa sólo las de óleo, para que no haya gotas por todo el avión.
En estas condiciones Azam creó su dedicatoria al pintor Francis Bacon. Después de experimentar con la falta de gravedad , comenzó a preparase para el viaje al Polo Sur, lo que le tomó 18 meses.
La sensibilidad y fragilidad, la violencia y el misterio de la experiencia humana, están representadas en el refinamiento de las obras de Francis Bacon (izq.), así como en las Nasser Azam. Ambos artistas se basan en la representación abstracata de las formas humanas, mostrando el complejo arte del cuerpo humano destrozado.
Izq. de nivel alto: 'La sombra II' de Azam, Derecha de nivel alto: 'El autoretrato' de Bacon, Izq. de nivel bajo: 'El Retrato' de Bacon, Der. de nivel bajo: La sombra' de Aza.
En su página asegura: “todos nosotros exploramos, perfecionamos y tenemos confianza en nuestros métodos de estudio del mundo, pero con el tiempo buscamos un conocimiento más exclusivo, una revelación sobre quiénes somos y en qué nos convertimos. Empecé a pintar durante mi niñez y seguí en mi juventud para producir una obra que reflejara el sentido de la curiosidad y el espítiru escudriñador de ésta. (…) Mis obras fueron pintadas con el espectro de las emociones personales y el descubrimiento de mí mismo. Para mí, la pintura es el instrumento del conocimiento, es como el albúm, el mapa y el espejo.”
Durante una gran pausa en su carrera de artista (trabajó en la esfera bancaria y financiera de 1983 hasta 2006) vivió en Japón, lo que enriqueció su sentido artístico y lo amplió hacia una verdadera perspectiva globalizada, según sus críticos. Él afirma que entonces cambiaron sus razones para crear, su obsesión creativa "le llevó al desorden y la dureza emocional hacia el estado tranquilo de movimientos complejos”.