El 'boom' de los bailes latinoamericanos invade a Rusia

Los bailes latinoamericanos, accesibles a las personas de diferentes edades y de distinta preparación física, están muy de moda en Rusia y cada vez hay más rusos que quieren aprender a bailar tango, salsa, samba, merengue y otros.

Para ellos es más bien un medio de comunicación. La danza en pareja, por ejemplo, permite aprender la compresión mutua entre personas completamente desconocidas. Al aprender esto, se puede bailar en cualquier club del mundo, comunicándose con la pareja en la lengua universal del baile.

A propósito, la lengua  española es la segunda lengua extranjera más popular después del inglés. Además, la comida y las canciones latinoamericanas están muy de moda en Moscú y en Rusia en general.

Así, cada vez más personas llegan a los bares y discotecas para escuchar la música e intentar bailarla.Algunos apasionados visitan clases semanales e incluso diarias de baile o buscan vídeos en Internet para ver cómo se baila y aprender a mover el cuerpo lo mejor posible.

Los profesores de bailes latinoamericanos afirman que los rusos se dedican con una disciplina especial a este pasatiempo, sienten la música y perfeccionan su técnica bastante rápido. Muchos se aficionan tanto que estudian el castellano para entender mejor el baile.

Debido a este boom latinoamericano, en Rusia cada vez aparecen más bares y restaurantes especializados en estos estilos de baile. Restaurantes cubanos son los más comunes y diariamente reciben a los bailarines rusos. Todos allí bailan salsa e incluso mejor que los cubanos ya que lo hacen todos los días, ensayan mucho. Así, los bailes latinos entran cada vez con más fuerza al mercado y a la población rusa.

Como bien diría un rumbero, los rusos, aquí en Moscú, están marcando la clave, siguiendo cada vez más de cerca un ritmo que para ellos muchas veces es exótico, divertido e incluso elegante, pues no consiste sólo en la simple ejecución mecánica de los movimientos: hay aquí un elemento de intriga. Los compañeros están situados demasiado cerca el uno del otro, surgen las emociones y el sentimiento, el baile se convierte en juego, mezclándose  elementos de cortejo y pasión. En cualquier caso, la danza será el trabajo creador de dos personas y en este sentido cada baile es inconfundible.