35 trabajadores civiles y cascos azules de la ONU murieron en 2009
El Sindicato de la ONU anunció que al menos 28 trabajadores civiles de las Naciones Unidas y siete cascos azules murieron durante 2009 en diversos actos de violencia en sus misiones por todo el mundo.
Las 35 muertes se registraron tanto en ataques perpetrados en diferentes zonas de conflicto armado como en accidentes. Los trabajadores muertos por causa de la violencia eran ciudadanos de 15 países.
Durante el año, 11 trabajadores civiles de la ONU perdieron la vida en Pakistán, entre ellos cinco en octubre pasado durante el bombardeo contra la sede del Programa Mundial de Alimentos en Islamabad. El 31 de diciembre la ONU anunció que reubicará al menos 20% de los miembros del personal internacional en ese país debido a la preocupante inseguridad que existe en su territorio.
Seis de siete cascos azules perdieron la vida en tres incidentes cumpliendo su misión pacificadora en la región sudanesa de Darfur, donde las Naciones Unidas y la Unión Africana tienen desplegada una misión de paz integrada por unos 15 000 militares y 4 200 policías. El séptimo casco azul muerto el año pasado fue un general de brigada paquistaní, que también servía en la misión en Darfur, pero que fue víctima de un atentado durante unas vacaciones en su país.
Otros siete trabajadores de las Naciones Unidas perdieron la vida en dos explosiones perpetradas contra el personal de la ONU en Afganistán; cuatro más murieron durante su labor en la Franja de Gaza, dos en Somalia y otros dos en Haití. Dos empleados de la ONU cayeron en Colombia y Kenia, uno en cada país.
La cifra de muertos de 2009 es mayor en comparación con los datos de 2008, año en que la ONU perdió a 34 trabajadores. El año 2007, con sus 47 víctimas mortales, fue uno de los más sangrientos en la historia de la Organización, cuando tan solo en Argelia murieron 17 empleados de la ONU a causa de un acto terrorista perpetrado contra la representación local de esta entidad internacional.
En total desde 1948 hasta 2009 perdieron la vida 2 659 empleados de Naciones Unidas, entre ellos 38 ciudadanos de la URSS y de Rusia. Las mayores bajas la sufrieron trabajadores y pacificadores procedentes de la India (133), Ghana (123), Canadá (114), Pakistán (112), Nigeria (107) y Reino Unido (100).