El informe holandés determina que la ONU no tenía mandato para invadir Irak

A pesar de la oposición por parte del Ejecutivo holandés, encabezada por su primer ministro el democristiano, Jan Peter Balkenende, se realizó un informe paralelo que ha concluido con que las resoluciones de la ONU no son mandato para justificar la invasión de Irak, en 2003.

Este informe se suma a la investigación que se está realizando también en el Reino Unido sobre las circustancias que motivaron su participación en la contienda.

En el caso holandés, hicieron falta 15 debates parlamentarios para conformar la comisión investigadora, la cual no ha conseguido reunir pruebas suficientes que confirmasen la presencia de tropas en las operaciones bélicas, aunque Holanda sí prestó colaboración política.

Según el documento se contrasta cómo el Parlamento de La Haya no contó con la información suficiente por parte del Gobierno ni por parte de las autoridades estadounidenses. Por lo que la decisión podría haber sido tomada bajo engaño y omisión da datos relevantes.

Esta conclusión puede ser un verdadero problema para el actual primer ministro quien además de mostrar su rotundo rechazo a la elaboración del mismo, se enfrenta a una oposición con argumentos que son defendidos por parte de Balkenende, aludiendo a que fueron dictámenes del Ministerio de Asuntos Exteriores y el Gabinete anterior.

En situación similar se encuentra el ex premiere Tony Blair, quien está viendo cómo su reputación y su gestión durante el conflicto queda en entredicho. Así lo confirman las pruebas que poco a poco van haciéndose públicas y también gracias a los testimonios de aquellos responsables del Ejecutivo de la etapa laborista.

En este sentido, el último en contar la versión de lo ocurrido ante la Comisión ha sido, Alastair Cambell, el que fuera director de Comunicación de Blair.

Éste insistió en su argumento en que el ex mandatario siempre defendió la salida diplomática al líder Sadam Husein. Aunque también confirmó que el premiere habría garantizado por escrito la entrada del Reino Unido en Irak. Alegando a que el dilema de las armas de destrucción masiva era menos importante que el cambio de régimen en el país.

Muchas son las voces que disonantes se alzan contra la participación en dicha guerra y más aún según se van reportando nuevas informaciones que así lo parecen corroborar.

Una de las que más han calado en la sociedad ha sido la del también ex primer ministro, John Major. El conservador aseguró que el engaño, la falta de información y el propio interés, fueron los motivos para que el laborista –Blair-, tomara tal determinación.