Los incendios forestales monopolizaron la atención pública en Colombia
El impacto ambiental de los incendios en las selvas colombianas se incrementó mucho durante las dos primeras semanas de 2010. Todavía no se ha evaluado el área afectada exacta. Tampoco se pueden enumerar los males que llevan consigo en el marco global, teniendo en cuenta que la región, con sus bosques húmedos tropicales, es considerada como los pulmones de la Tierra.
Mientras el presidente colombiano, Álvaro Uribe, envía socorristas a Haití, el nivel municipal y ministerial del poder se centra cada día más en el problema de los incendios forestales. La viceministra de Ambiente, Claudia Mora, reveló el miércoles que las hectáreas afectadas se han incrementado considerablemente, aunque algunas medidas de control fueron efectivas.
Manos criminales son la primera hipótesis como fuente de los incendios. El intenso sol y las altas temperaturas dificultaron la tarea de controlar el fuego.
En la localidad de San Cristóbal se presentó un foco de llamas amenazando a un conjunto residencial. Otros se presentaron en Usme y en el sur de Ciudad Bolívar. Los bomberos de la capital nacional, Bogotá, apoyan a sus homólogos del departamento de Cundinamarca en la medida de sus posibilidades. En aquella misma, se discutía la medida de declarar la alarma para atender la emergencia.
La humareda en los cerros orientales de la capital se divisó desde varios puntos de ésta. El humo llegó a afectar a algunos habitantes en varias zonas residenciales, que tuvieron que recurrir a pañuelos húmedos.