Expertos culpan de la tragedia a la mala planificación urbanística

Los expertos descubrieron que la catástrofe en la isla portuguesa de Madeira no fue sólo una fatalidad de un zarpazo climático. El desastre también tiene que ver con una mala planificación urbanística.

El problema fue que a menudo esa planificación no respetaba el lecho de las riberas, canalizadas y estranguladas por la construcción inmobiliaria, señala el periódico español El País. Entonces, la mano del hombre también es responsable en buena parte de la avalancha de agua, piedras y barro que ha dejado de momento 42 muertos. En las calles y en los medios de comunicación portugueses continúan los debates, mientras todo Portugal se moviliza para reparar los daños sufridos en la isla.

Por ahora la tarea principal es reconstruir la capital de Madeira, Funchal, y repensar la ciudad. “Los lechos de las riberas fueron reducidos a un tercio de su condición natural. Se construyeron edificios, casas y calles sobre los mismos y ahora vemos el resultado. Ante este estrangulamiento, cuando se produce una crecida salvaje el agua tiene que salir por algún lado”, dijo Hélder Spínola, dirigente nacional de la organización ecologista Quercus.

Aunque el Gobierno portugués ordenó un luto nacional de tres días, las autoridades en la capital isleña quieren decretar cuanto antes el regreso a la normalidad, para no perjudicar el turismo que es la principal fuente de ingresos en el lugar. Las autoridades locales podrían decretar el estado de calamidad pública para recibir mayores ayudas financieras, pero no lo quieren hacer considerando que eso podría afectar al sector turístico. La secretaria de éste área, Conceição Estudante, ya anunció medidas concretas para “limpiar” la imagen de Madeira tras la tragedia.