El cohete ruso Dnepr ha lanzado a la órbita el satélite europeo CryoSat-2
El cohete portador ruso Dnepr lanzó a la órbita terrestre el satélite científico CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea (The European Space Agency, ESA), informa la oficina de la Agencia en Moscú.
El primer satélite CryoSat-1 hecho para la ESA fue destruido durante la avería del cohete portador Rókot. CrioSat-2 es una copia exacta del primer satélite y también está elaborado para observar la influencia del calentamiento global en los casquetes polares. Durante tres años al aparato espacial, ubicado en la órbita polar a unos 720 kilómetros de la Tierra inclinado a un ángulo de 33 grados hacia el ecuador, hará un seguimiento de las variaciones del grosor de las capas polares de hielo y de los glaciares que están a la deriva en el océano mundial.
La avería de CryoSat-1 se produjo el 8 de octubre de 2005. El segundo segmento del cohete no se separó a tiempo del bloque de aceleración ruso Briz-Km. Como resultado, el aparato espacial, que fue hecho para el programa 'El planeta vivo' y costó unos 140 millones de euros, se perdió. CryoSat-2 fue construido con el dinero pagado por las compañías de seguros por la avería de CryoSat-1.
El medidor de altura de radiolocalización SIRAL-2, elaborado por la compañía Alcatel Alenia Space por encargo de EADS SPACE, vigilará el estado de las capas polares de hielo. SIRAL-2 es un medidor de altura espacial de nueva generación con una precisión de las mediciones de hasta 250 metros. Además el dispositivo puede medir la inclinación, es decir, cuenta con las funciones de la interferometría. Estos datos importantes permitirán a los científicos pronosticar las tendencias del calentamiento global.
El hielo desempeña un papel importante en los procesos climáticos globales. Así, el derretimiento de los glaciares conlleva la reducción de la superficie reflejante del océano y el aumento de la absorción del calor en la atmósfera. Surge el efecto de la retroalimentación positiva: los glaciares se derriten cada vez más y cada vez menos energía solar se refleja a la atmósfera. La capa de hielo que cubre el océano está aislando una vasta superficie de agua del aire cálido en verano, y obstaculiza la pérdida del calor en invierno. La aparición y el derretimiento del hielo influyen en la salinidad y en la densidad de las aguas superficiales del océano. La disminución de la capa polar de hielo puede originar la modificación de las corrientes cálidas, por ejemplo, el Golfstrim, lo que influirá seriamente en la redistribución del balance de temperaturas entre el agua y el suelo.
El satélite CryoSat-2 suministrará datos que ayudarán a calcular la velocidad del cambio de grosor de la capa polar de hielo y de los glaciares a la deriva con una precisión de hasta un centímetro al año.