Los 'camisas rojas' piden la intervención de la ONU
Los líderes de la oposición tailandesa han transmitido hoy a la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO) una carta, en la cual piden enviar a su territorio a los observadores internacionales. Los líderes de los llamados ’camisas rojas’ exigen mantener la paz en el país, cuyo gobierno utiliza la fuerza contra manifestantes no armados y el ejército amenaza con una operación militar. El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, indicó que “es importante preservar el estado jurídico. Si haya necesidad, el país se declara en estado de guerra”.
La oposición sigue bloqueando el segundo día consecutivo el paso de tren en la provincia norteña de Khon Kaen, al instalar en ferrocarril bloques de hormigón. El tren interceptado en vísperas transportaba tropa y armas y se dirigía, según declaran los manifestantes, al capital del país para aplastar la manifestación. A su vez el Gobierno aseguró que el tren con 300 soldados a bordo, se dirigía a las provincias del sur del país para aplastar una rebelión armada musulmana.
Además anoche 20 personas, entre ellos 2 extranjeros, resultaron heridos por los enfrentamientos en el centro de Bangkok entre centenares de habitantes capitalinos y manifestantes opositores. En la misma noche del 21 al 22 de abril la multitud de manifestantes forzaron a volver a sus bases militares, tres autobuses que transportaba a 150 soldados y se dirigían a Khon Kaen.
Este mismo día los dirigentes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura rechazaron entablar nuevas negociaciones con el Gobierno, mientras esperan un asalto inminente del Ejército y siguen exigiendo que el Parlamento se disuelva inmediatamente y tengan lugar nuevas elecciones.
Los ’camisas rojas’ niegan cualquier diálogo con gobierno tras la operación militar el pasado 10 de abril, cuando 25 personas murieron y 800 resultaron heridas. "No se puede negociar entre los que matan y los que son masacrados", asegura el opositor Jatuporn Prompan. Los manifestantes tienen previsto marchar hoy hasta la sede de Naciones Unidas.
Por el momento en el centro de la capital se ubican más de 10.000 soldados, armados con fusiles de asalto. Los manifestantes, rodeados con barricadas improvisadas de bambú, se protegen con palos afilados y piedras negando poseer armas. No obstante, según las afirmaciones del mando militar, los uniformados siguen tratando de averiguar dónde se esconden las armas robadas por éstos el pasado 10 de abril.
El Movimiento popular tailandés que representa los intereses de las clases altas del país, lanzó hace dos días un ultimátum a las autoridades dándoles una semana para resolver la crisis política, provocada por los ’camisas rojas’. En caso contrario los partidarios de las élites sócio-políticas de Bangkok, prometen llevar a las calles sus propias fuerzas para luchar contra la oposición.