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El arte desnudo conmueve a Nueva York

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La exposición de la famosa artista serbia Marina Abramovic en el MOMA (El Museo de Arte Moderno de Nueva York) causó una reacción contradictoria en los amantes del arte, desde el arrebatamiento ante las obras innovadoras hasta los reproches por la promoción del nudismo.
El arte desnudo conmueve a Nueva York

La exposición de la famosa artista serbia Marina Abramovic en el MOMA (El Museo de Arte Moderno de Nueva York) causó una reacción contradictoria en los amantes del arte, desde el arrebatamiento ante las obras innovadoras hasta los reproches por la promoción del nudismo.



La exposición retrospectiva de los 30 años de la carrera de la artista que se describe a sí misma como la 'Abuela del arte de la performance', incluye vídeos, instalaciones, fotografías y collages. En el acto principal titulado 'El artista está presente' (The artist is present, en inglés) Abramovic vestida en rojo, permanece inmóvil y en silencio mientras cientos de asistentes se sientan en frente suyo y tratan de distraerla o hacerla reír. Para los finales de mayo, cuando termina su obra, habrá durado sentada y estática 716 horas y 30 minutos.



Pero la máxima excitación en Nueva York la causan las muestras vivas y desnudas, que representan los famosos performances de la artista. La desnudez empleada en estas obras, sigue siendo importante en las críticas de la prensa. Anteriormente no se había permitido un desnudo en vivo en el MOMA, pero los creadores del proyecto intentaron ofrecer al público una versión íntegra de la obra de Abramovic, quien encabeza la vanguardia del arte moderno.

Los 'objetos expuestos' vivos, vestidos o desnudos, se quedan inmóviles sentados a la mesa, acostados en los abrazos de un esqueleto, clavando la mirada uno en otro. Uno de los performances centrales es 'Luminosidad'. La mujer desnuda –interpretada por la artista plástica colombiana María José Arjona- permanece durante horas sobre un pequeño sillín de bicicleta, sostenido en la pared blanca.

Su figura, según Marina Abramovic, representa un intercambio energético con los espectadores.  Sin embargo, los visitantes a veces no están preparados para apreciar el mensaje artístico de la figura desnuda. Por eso los empleados del museo tuvieron que trazar una línea blanca para impedir que se acerquen a la artista desvestida, más que a la distancia de tres metros.

La entrada en las salas de Marina Abramovic representa también un performance que se llama 'Ingravidez', que fue ofrecida al público por primera vez en 1977 en Bolonia. Los visitantes tienen que meterse por entre dos personas desnudas, una mujer y un hombre. De esa manera Abramovic estudia la energía de la interacción entre el artista y el espectador.

Resobrina de un patriarca de la Iglesia Ortodoxa Serbia, que tras su muerte fue proclamado santo, Marina Abramovic, nacida en Belgrado en 1946, durante toda su vida estudia los temas del rito, la crueldad, la sexualidad, la fatalidad. Pone a prueba su cuerpo, acuchillándose los dedos, grabando la estrella de cinco puntos en su vientre o tomando medicinas para entender las reacciones físicas y mentales. En una de sus instalaciones más famosas sobre el alma atormentada eslava, la artista se representa desnuda y en el gorro del Ejército Rojo, pues sus parientes lucharon heróicamente contra el fascismo.

El éxito más sensacional se le otorgó con la performance 'Ritmo 0' realizado en 1974. Para probar los límites de la relación entre la artista y el público, Abramovic adoptaba un rol pasivo, mientras el público la forzaba a realizar la actuación. Colocó sobre una mesa 72 objetos que a la gente se le permitieran usar en la forma que ellos eligieran. Algunos de estos objetos podían dar placer, mientras otros podían infligir dolor o incluso dañarla. Durante seis horas la artista permitió a los miembros de la audiencia, manipular su cuerpo y sus acciones.
Después de mudarse a Amsterdam, Abramovic conoció al artista de performance germano-occidental Uwe Laysiepen, quien usaba el nombre de Ulay. Durante 13 años de su amor y  colaboración, crearon obras dedicadas a las relaciones entre seres queridos. En 1988 Abramovic y Ulay decidieron hacer un viaje espiritual, el que daría fin a su relación. Ambos caminarían por la Gran Muralla China, comenzando cada uno por los extremos opuestos y encontrándose en el centro.

En 2010, en el primer día de la exhibición en el MOMA, la segunda persona que se sentó en frente de Marina Abramovic durante la muestra 'El artista está presente', fue Ulay. Se dieron un apretón de manos. Resultó que la performance de la Gran Muralla China recibió una emocional continuación.  

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