Los partidarios del ex presidente kirguís intentan tomarse la revancha

Los partidarios del presidente depuesto de Kirguistán, Kurmanbek Bakíev, han ocupado por la fuerza los centros administrativos de tres provincias sureñas: Osh, Batken y Jalal-Abad. Los disturbios comenzaron el jueves por la mañana cuando centenares de personas se manifestaron en contra de los nuevos gobernadores regionales.

En la ciudad de Osh, más de mil partidarios del Gobierno interino acudieron a la sede de la Administración, ocupada por los opositores.

El responsable provisional del Ministerio de Defensa de la república llegó urgentemente a la ciudad para comenzar las negociaciones con los manifestantes.

Mientras tanto, las autoridades prometen tomar medidas urgentes para restablecer el control de la situación en el sur del país.

Bakíev fue derrocado el 7 de abril tras sangrientos enfrentamientos de sus fuerzas de seguridad con manifestantes de la oposición en Biskek. El mandatario abandonó después el país.

El catedrático de la Universidad John Hopkins Alisher Khamidov, que estuvo en los estudios de RT en Washington, comentó el posible desarrollo de la situación política en el país.

"Actualmente los miembros del Gobierno llevan a cabo discusiones serias. Las opiniones se han dividido. Los de tendencia moderada quieren negociar con el grupo pro Bakíev que controla el sur y el norte del país. Pero los de la línea fuerte no desean ningún tipo de negociación y quieren proseguir sin Bakíev. La pregunta es: ¿va a conversar la Administración provisional con la gente que apoya a Bakíev que tiene mucha influencia en el sur, así como con otras agrupaciones que existen en la república? ¿Y podrá formar un gobierno uniforme mixto? Si va a decidir no tomar en consideración a aquellas fuerzas, puede enfrentar una situación descontrolada por parte de la población, lo que conduciría a una confrontación muy indeseada para el país", explicó el catedrático.