El Congreso norteamericano mira al sur

Las relaciones con América Latina fueron el centro de atención del Congreso estadounidense, cuya Cámara Baja discutió las prioridades de su política exterior en la región. 

Los legisladores aprobaron una medida para deducir de los impuestos las donaciones para Chile, luego de ser azotado por un terremoto a finales del mes pasado. El país donó ya 10.6 millones de dólares en ayuda humanitaria y asesores técnicos.

También analizaron las denuncias sobre la supuesta cooperación de Venezuela con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Durante la jornada el responsable de la diplomacia estadounidense para América Latina, Arturo Valenzuela, hizo varias declaraciones importantes a  favor de los Tratados de Libre Comercio con Panamá y Colombia.  

Además, comentó las preocupaciones del gobierno estadounidense respecto de los acercamientos de Irán a la región latinoamericana. "Nos preocupa mucho que Irán esté intentando establecer relaciones con América Latina", dijo el secretario de Estado Adjunto de EE. UU. para el Hemisferio Occidental. "Irán es un problema muy, muy serio", resumió Valenzuela, destacando que las intenciones iraníes no son comerciales como las de China, sino "puramente políticas".

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, pidió apoyo a Brasil para imponer posibles sanciones contra el régimen de Mahmoud Ahmadinejad por sus actividades nucleares, pero el presidente Lula da Silva le respondió que no se debía  "acorralar" a Teherán. Washington criticó a Brasilia por su política favorable hacia el país islámico.