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Toyota toma la ofensiva contra fallos en sus vehículos en California

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Después de que un condado de California demandara a la compañía Toyota por fallos en sus vehículos, el grupo nipón rechazó la versión de un hombre que afirmó que su auto Prius aceleró fuera de control en una carretera, señalando además que sus pruebas hallaron que el acelerador y el sistema de se
Toyota toma la ofensiva contra fallos en sus vehículos en California

Después de que un condado de California demandara a la compañía Toyota por fallos en sus vehículos, el grupo nipón rechazó la versión de un hombre que afirmó que su auto Prius aceleró fuera de control en una carretera, señalando además que sus pruebas hallaron que el acelerador y el sistema de seguridad de respaldo del vehículo funcionaban bien.

La automotriz no dijo expresamente que James Sikes, la presunta víctima del auto descontrolado, hubiera montado un engaño la semana pasada, pero señaló que su narración no coincide con la serie de pruebas efectuadas al vehículo híbrido, indicando que sus propias pruebas demostraron que el sujeto había pisado rápidamente el acelerador y el freno en forma continua más de 250 veces. La empresa no dio explicación del porqué el hombre podría haber hecho algo así, pero indicó que los frenos delanteros del auto estaban desgastados.

"No tenemos una opinión sobre su narración, sobre lo que ha dicho, fuera de que el escenario no concuerda con los hallazgos técnicos", indicó el vocero de Toyota, Mike Michels, en conferencia de prensa.

Sikes indicó que su vehículo aceleró hasta 151 kilómetros por hora (94 millas por hora) en una carretera cerca de San Diego. El hombre llamó al número de emergencias, pero no respondió a las instrucciones del operador de que apagara el motor o colocara la palanca de velocidades en posición neutral. Finalmente, la Patrulla de Caminos de California ayudó a que el auto se detuviera sin mayores problemas. Sikes habló con los periodistas poco después del percance.

Nadie resultó herido y el automóvil pudo ser detenido, pero las imágenes del incidente, transmitidas por canales locales, atrajeron la atención del país. Pronto el suceso se convirtió en un dolor de cabeza para Toyota, la que envió ingenieros a que investigaran lo sucedido.

Un comunicado del abogado de Sikes, John H. Gómez, indicó que no se harían mayores comentarios sobre el episodio hasta que se hubiera concluido una investigación gubernamental. Sikes no estuvo disponible para dar comentarios al respecto.

En tanto, en Washington el Gobierno estadounidense señaló que no podía explicar la repentina aceleración del automóvil por una autopista de California la semana pasada.

El episodio ocurrido el 8 de marzo está entre los graves problemas que ha enfrentado Toyota en los últimos meses, al haber convocado a talleres a más de ocho millones de autos y camionetas en todo el mundo porque los pedales de aceleración podían quedarse pegados o atorarse en los tapetes del auto.

Decenas de conductores de autos Toyota han informado tener problemas aún después de que sus autos aparentemente habían sido reparados.

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