Más de 40 años burlando a la justicia estadounidense
El 18 de marzo llegó a su culminación una burla a la justicia estadounidense que ha durado más de cuatro décadas.
Un hombre de 67 años se declaró culpable ante un tribunal estadounidense de secuestrar un vuelo de Pan American y obligarlo a aterrizar en Cuba en 1968. Admitió los cargos de asociación ilícita para cometer secuestro y piratería aérea.
Luís Armando Peña Soltrén, de ciudadanía estadounidense,reconoció que hace más de cuatro décadas había abordado un avión en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, llevando una pistola y una navaja con las que amenazó a la tripulación. El vuelo 281 del 24 de noviembre de 1968 de la compañía Pan American con destino a Puerto Rico tenía un total de 103 pasajeros y tripulantes al bordo.
Peña Soltrén dijo que había iniciado el secuestro colocando un cuchillo contra el cuello de una azafata, obligándola a abrir la puerta de la cabina. Aclaró que uno de los dos cómplices suyos había puesto el cañón de la pistola en la espalda al copiloto, para obligarle a desviar el vuelo hacia La Habana. Afirmó que había cargado el arma con munición de fogueo y no podía herir a nadie, pero tanto los tripulantes como los pasajeros no lo sabían.
Sus dos cómplices fueron arrestados a mediados de los setenta y se declararon culpables de su participación en el secuestro. Sin embargo, Peña Soltrén logró huir. El fugitivo ha vivido en Cuba 41 años. Regresó voluntariamente a Nueva York el pasado mes de octubre y se entregó a las autoridades federales. Inicialmente se declaró inocente del secuestro.
La sentencia se dará a conocer el 29 de junio. Los cargos podrían costarle al imputado la cadena perpetua, aunque una carta de la Fiscalía estimó que la sentencia estaría entre 22 y 30 años.
En las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado docenas de aviones estadounidenses fueron secuestrados y desviados hacia Cuba. Algunas de estas acciones tenían un objetivo político, otras se realizaban en busca de un asilo en Cuba o con el propósito de obtener rescates por parte del Gobierno estadounidense.