Once presos de alta peligrosidad crean su compañía teatral en México
En una cárcel mexicana un grupo de presos considerados como muy peligrosos que cumplen condenas de entre 30 y 60 años por crímenes como secuestro, homicidio y pederastia decidieron cambiar su vida y convertirse en estrellas del teatro, conocidas dentro y fuera de la prisión. La compañía teatral bajo el nombre de El Mago se encuentra a una función de culminar su gira teatral a lo largo de cuatro cárceles de Ciudad de México.
"El teatro es un buen ejercicio para liberarte en cuerpo y alma", considera Francisco Javier Santiago, alias 'El Machorro', uno de los once presos- actores que, por vicisitudes de la fortuna, se convirtió en un homicida, pese a que desde pequeño soñaba con ser un cómico profesional. "Me gusta ser comediante y por eso me decidí a formar parte de esta compañía teatral", afirma el preso.
El reo Fidel Gómez Pérez dice que esta afición muestra a los demás que también se pueden cultivar virtudes como el teatro dentro de la cárcel. "Nos gusta mucho lo que hacemos y creemos que tenemos ahora una nueva oportunidad de que nos conozcan y nos reconozcan como actores y no como delincuentes", agregó.
La compañía teatral El Mago ya tiene la fama de un elenco profesional que, al igual que cualquier otra compañía de teatro, hace sacrificios y combate la indisciplina u otras tentaciones como el uso de drogas, según comenta su maestra, la actriz y directora Itari Marta.
La directora no rechaza la posibilidad de que a largo plazo puedan convertirse en un grupo teatral independiente.
El espectáculo con el cual se estrena el grupo es el 'Cabaret pánico', obra basada en la conocida 'Ópera pánica', del chileno Alejandro Jodorowsky. A diferencia de la original, en este caso la obra se ha adaptado a once escenas para que cada uno de ellos cuente sus pasadas fechorías pero también muestre su arrepentimiento y las reflexiones a las que han llegado tras varios años en prisión.
En muchos países del mundo la práctica de crear grupos teatrales de presos ya se lleva a cabo y Rusia no es una excepción. Con bastante frecuencia en Rusia tienen lugar concursos entre compañías teatrales de este tipo. Es conocido el caso del famoso director de teatro inglés Alex Dauer (que organizó más de 50 espectáculos con presos de todo el mundo) cuando llegó a una de las cárceles de la ciudad rusa de Perm. Para actuar en el escenario del teatro de la cárcel eligieron a 40 condenados por diferentes delitos, desde robo, hasta asesinato, seleccionando para cada uno de ellos los papeles que podían contribuir a su rehabilitación. La dirección de la cárcel no creyó que el arte pudiera cambiar a un delincuente, pero después del exitoso estreno de sus presos, decidió continuar con la experiencia.