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Akira Kurosawa: 100 años

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¿Cómo una persona puede encontrar la felicidad con la otra? El mundo conmemora el centenario del nacimiento del cineasta quien hacía esta pregunta en cada una de sus obras. El descendiente de una gran alcurnia de samuráis, Akira Kurosawa se dirigía a los clásicos de la literatura rusa para encont

¿Cómo una persona puede encontrar la felicidad con la otra? El mundo conmemora el centenario del nacimiento del cineasta quien hacía esta pregunta en cada una de sus obras. El descendiente de una gran alcurnia de samuráis, Akira Kurosawa se dirigía a los clásicos de la literatura rusa para encontrar la inspiración. “Mis puntos de vista y psicología se parecen a la actitud y la psicología del protagonista de ‘Idiota’, -solía decir el maestro-. Puede ser que por eso quiero tanto a Dostoievski”.

La película basada en ‘Idiota’ fue grabada por Kurosawa ya después obtener fama mundial con su obra ‘Rashōmon’, que obtuvo el premio Oscar por la mejor película de habla no inglesa, y ‘Los siete samuráis’, la película histórica sobre las aventuras bélicas de los guerreros japoneses, galardonada con el León de Plata del Festival Internacional de Cine de Venecia. La acción de la novela Kurosawa la pasa al Japón tras la guerra, a la isla de Hokkaidō, sus héroes llevaban los nombres típicos de su país.

Pero la cinta más famosa del ‘fenómeno único de la historia de cine mundial‘, como le nombran a Kurosawa los criticos, es ‘Dersú Uzalá’. La historia sobre la amistad entre el viajero escritor e investigador Vladímir Arséniev, y el bondadoso y sabio cazador y nómada de la Taiga (bosques boreales de Rusia) Dersú Uzalá.


Basada en el libro homónimo que trata sobre los protagonistas reales, la cinta está grabada casi en completo al aire abierto, en el Sur del Lejano Oriente de Rusia. Kurosawa fue muy escrupuloso sobre los matices que reflejan cada tiempo del año, aspiraba a la exactitud ideal. Podía esperar semanas y meses, el tiempo necesario para la película. El camarógrafo Fiódor Dobronrávov que trabajaba con el maestro sobre esta película, recuerda que cuando un tifón irrumpió en el bosque y quitó todas hojas doradas otoñales de los árboles en la víspera de la grabación de una escena, se le agarró a Kurosawa el corazón. El día siguiente todo el quipo junto con el director colgaban las hojas artificiales a las ramas de árboles, enviadas desde la compañía de cine Mosfilm.

Kurosawa acariciaba la idea de grabar la película basada en la novela de Arséniev, sobre la vida de ser humano en armonía con la naturaleza. Al aristócrata e intelectual lo interpretó Yuri Solomin, y al Dersú Uzalá el hasta entonces desconocido actor Maxim Munzuk del teatro musical de Tuva. Durante las pruebas para los actores, Kurosawa puso a Munzuk en su sillón y solamente le contemplaba. Después le consideraría su actor más amado.

La obra ganó el Oscar como la mejor película de habla no inglesa en 1976 y conquistó a los millones espectadores por su principal idea, de que todos somos hermanos y que deben respetar la dotación generosa de la naturaleza, de la que somos sus niños.

A veces, cuando alguna persona está despistada y pierde un objeto de su vista, los allegados constatan, citando a Uzalá: “hay ojos, pero no hay vista”.

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