El examen que nadie querría pasar
La crueldad de los atentados terroristas del 29 de marzo en el metro de Moscú se hace más cruda a medida que se conoce la historia de las víctimas. El ataque se produjo a una hora en que muchas personas se dirigían al trabajo o a sus centros de estudios. Algunos alumnos figuran en la lista de fallecidos.
El lunes por la mañana fallecieron 39 personas, entre ellos Vladímir y Elena. Ambos jóvenes murieron en la estación de Lubianka cuando se dirigían a la Universidad de Lenguas Extranjeras de Moscú. La muerte de ambos estremeció a toda la comunidad estudiantil.
"Elena y Vladímir estudiaron cinco años en esta universidad. Sólo les faltaba una semana para terminar la carrera. De repente sus vidas fueron segadas siendo tan jóvenes. Todos sus sueños, todo a lo que aspiraban terminó con este hecho tan terrible, con esta muestra cruel de desprecio a la vida humana", dice la profesora de la Universidad, Zinaida Burnatseva.
Los compañeros de estudios todavía no pueden creer lo ocurrido, pero decidieron reunir dinero para ayudar a las familias con los gastos funerarios.
Mijaíl fue compañero y amigo de Vladímir. Compartieron buenos y malos momentos a lo largo de sus años de amistad. "Con Vladímir estuvimos juntos en un campamento militar durante un mes. En ese lugar compartimos techo y comida y también tocábamos la guitarra. Él era músico y tocaba en una banda, era una persona muy despierta y creativa que tenía muchas virtudes. Cuando sucedió todo esto, no podía creerlo", dice.
Noticias como la muerte de jóvenes amigos siempre impacta, más todavía conociendo las circunstancias en que fallecieron Elena y Vladímir. Independientemente del profundo dolor que sienten sus allegados, su ausencia provoca también profundas reflexiones.
"Cuando fuimos conscientes de que su muerte era verdad, entendimos que esto fue una especie de examen para nosotros, una lección severa que nos hace pensar a todos sobre las cosas importantes en nuestra existencia. Entendimos que la vida es muy frágil y puede acabarse en cualquier momento", añade Mijaíl.
A los funerales de ambos muchachos seguramente acudirán muchos amigos y familiares. La mayoría de ellos todavía no puede explicarse por qué perdieron sus vidas dos jóvenes estudiantes.