Los ositos en nuestro interior
Los osos de colección, así como las muñecas, reflejan su "otro yo" en la feria y exposición internacional “Moscow Fair-2010”. El tema principal del evento es el álter ego, porque todas las muestras se manifiestan como símbolos de los mismos artistas.
La exposición y feria se celebra en el complejo de muestras T-Modul y propone no solo comprar, sino también crear juegos vivos, que no se puede olvidar por su carácter multifacético, por ser valientes o tímidos, impredecibles y curiosos.
Además, cada año a tal tipo de evento le acompañan proyectos especiales, por ejemplo, las celebridades rusas muestran sus juguetes con historias personales o los coleccionistas revelan la historia antigua de las muñecas de porcelana. Uno de tales proyectos es una serie de collages fotográficos sobre la vida de los osos "teddy" en la gran ciudad, obra de Tatiana Deliagina.
Los “Teddy Bear” tienen su historia desde el inicio del siglo XX. EE. UU. y Alemania discuten hasta nuestros días el derecho de llamarse la patria de los osos de felpa. El nombre “teddy” lo obtuvieron del presidente Theodore Roosevelt, que conmovió profundamente los corazones de los ciudadanos de Estados Unidos por negarse a disparar a ositos durante una cacería. El negociante Morris Michton en seguida lanzó a las tiendas los osos de felpa, fundando así el gran imperio estadounidense de los juguetes “Ideal Toy”. Aproximadamente al mismo tiempo en Alemania, Margarete Steiff creó osos articulados y los mostró en la feria de Leipzig. Desde aquel entonces al mundo llegó la osomanía.
Hoy en día los osos teddy son objetos de colección al igual que las muñecas antiguas. Les dedican subastas especiales donde un lote puede alcanzar precios de decenas de miles de dólares.
Los primeros osos de diseñador nacieron en la década de 1970. A su alrededor aparecieron consecuentemente fábricas que hace materiales especiales para los osos, libros, revistas, subastas y exposiciones.
El año 2002, en la exposición "Teddybear Total" en Münster, Alemania, se presentaron los primeros osos de felpa de diseño ruso. Estas obras hechas a mano conquistaron por su exquisitez y su singular visión artística.