El presidente de Colombia mantendrá su postura firme hacia las FARC
Antes de presentarse este lunes a las exequias de un coronel muerto en cautiverio, cuyos restos habían sido devueltos por las FARC, el presidente colombiano Álvaro Uribe prometió a los rehenes de la guerilla que los liberará. "Yo tengo fe hasta el último día de mi gobierno (7 de agosto) que todos los días haremos el esfuerzo hasta rescatarlos o exigir que los liberen", enfatizó Uribe citado por AFP.
El capitán de la Policía Julián Ernesto Guevara fue secuestrado por los rebeldes en 1998, tras años en cautivero murió en 2006. El Ejército colombiano le ascendió póstumamente al grado de mayor, y luego al de coronel. La semana pasada los restos de Guevara fueron entregados por las FARC a una misión humanitaria.
En el velatorio organizado en el Centro Religioso de la Policía, en la capital colombiana, participaron cientos de uniformados que querían rendirle un último homenaje a su compañero. También lo hicieron los familiares de aquellas personas que aún permanecen secuestradas.
Según afirmó el presidente de Colombia, la entrega de los restos no es un motivo de fiesta sino de luto. ” Que lo hayan secuestrado, mantenido doce años en el cautiverio, que lo hayan matado en el cautiverio y hayan regresado a sus familias simplemente sus restos es un motivo de reflexión para no abandonar un camino de firmeza", subrayó Uribe.
Según las fuentes del Gobierno colombiano, las FARC mantienen secuestradas a 77 personas, incluídos 22 militares y policías, a los que piensan canjear por 500 rebeldes presos en cárceles del país. Recientemente la guerrilla realizó una serie de entregas, incluída la liberación de dos militares del ejército vivos, uno de los cuales, Pablo Emilio Moncayo, estuvo 12 años en el poder de las FARC.
Sin embargo, Álvaro Uribe no está de acuerdo con el canje de los rehenes y mantiene abierta la opción del rescate militar. El mandatario colombiano calificó de error la decisión de excarcelar en 2007 al jefe de las FARC Rodrigo Granda a petición del gobierno francés, para garantizar la liberación de la política Ingrid Betancourt. Como resultado, la guerrilla no liberó a nadie, y Betancourt fue rescatada en el julio de 2008 junto con otros cautivos por el Ejército colombiano.