El Gobierno de Evo Morales enfrenta una huelga general en Potosí

La huelga general en Potosí, ciudad con más de 160.000 habitantes al sur de Bolivia, que empezó el 29 de julio está causando desabastecimiento y largas colas de personas para adquirir alimentos.

Además los huelguistas han bloqueado carreteras y el aeródromo de la ciudad, por lo que al menos 150 turistas de varias nacionalidades permanecen atrapados en la región. Las rutas hacia Argentina, Chile y hacia departamentos bolivianos vecinos están cerradas con barricadas hechas con rocas y escombros.

Los potosinos demandan al Gobierno de Evo Morales que se defina a favor de su ciudad en un desacuerdo limítrofe por la jurisdicción de Coroma, también reclamada por el vecino departamento de Oruro.

Además de esto, Potosí exige la construcción de una fábrica de cemento y un aeropuerto, proyectos mineros y la preservación del Cerro Rico, mina que es el emblema de la ciudad y puede derrumbarse por la actividad minera.

Las protestas se agravaron el sábado cuando el gobernador oficialista Félix González se unió a las huelgas de hambre que realizan decenas de personas de todos los oficios, entre ellos cuatro parlamentarios de la región. González amenazó que renunciará a su cargo si el Gobierno no atiende las demandas de su región.

A la luz de esta situación, el ministro de Autonomías, Carlos Romero, hizo el domingo un nuevo llamamiento para que cesen las protestas y se inicie un diálogo sobre las demandas de Potosí en la vecina ciudad de Sucre.