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Las fuentes milagrosas del Cáucaso

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Las propiedades curativas de las aguas minerales de una de las regiones del Cáucaso ruso se conocen desde hace siglos. Hoy en día cada vez más visitantes vienen a la zona para combinar el descanso con un tratamiento eficaz.
Las fuentes milagrosas del Cáucaso

Las propiedades curativas de las aguas minerales de una de las regiones del Cáucaso ruso se conocen desde hace siglos. Hoy en día cada vez más visitantes vienen a la zona para combinar el descanso con un tratamiento eficaz.

Uno de los recursos más preciosos de la Madre Tierra satura la región caucásica de Stávropol. La zona es tan conocida por su agua que una de sus ciudades principales se llama Aguas Minerales.

La gente viene aquí de muy lejos sólo por un sorbo. Los aficionados a las fuentes curativas comentan que el agua mineral es buena para la salud, por eso vienen a tomarla cada verano sin falta y gracias a ello están tan sanos.

La leyenda dice que las propiedades saludables fueron descubiertas por los soldados que notaron cómo sus caballos se recuperaban rápidamente de cualquier herida al tomar agua de las fuentes locales.

La alta demanda de agua de Stávropol hace de ella un provechoso producto de exportación. Las marcas como Narzán o Yessentukí se conocen bien por toda Rusia. Como explica Yuri Kucherov, gerente de embotellamiento, el agua llega a la fábrica de fuentes minerales naturales a través de pozos. Los conductos conectan el parque directamente a la cadena de producción.

Pero la salud se beneficia no sólo tomando el 'líquido elemento'. Las fuentes de la región, cuyos poderes curativos son reconocidos por los médicos, también sirven para bañarse. A este balneario han venido algunos grandes de la cultura rusa, incluidos el escritor León Tolstói y los poetas Alexander Pushkin y Mijail Lérmontov.

Aquí no sólo cura el agua. Uno de los lugares más famosos de la ciudad de Yessentukí es el 'Templo de la curación', el hospital de barro construido precisamente para el enfermo hijo del zar Nicolás II, que padecía hemofilia. El pequeño príncipe heredero recibía aquí tratamiento más terrenal.

Irina Sherbakova, jefe de enfermería del hospital de barro, precisa que todos los tratamientos se los tiene que recetar su terapeuta según su estado de salud. “Aquí podemos curar enfermedades de la columna vertebral, todo tipo de malestares estomacales y trastornos del sistema digestivo. También se tratan los nervios y se restablece el metabolismo. Este barro es antibacterial, antiinflamatorio y analgésico”.

Parques, spas y sanatorios animan a un estilo de vida activo. Aquí se encuentra una de las raras colecciones de máquinas para hacer ejercicio inventadas hace más de cien años.

Aunque los rusos conocen la zona desde hace siglos, los aficionados a la vida sana de todo el mundo sólo empiezan a descubrirla.

El jefe de la Administración de Aguas Minerales de Cáucaso, Víctor Vishínski, afirma que el objetivo de las autoridades de la zona es preservar las riquezas locales, el paisaje, las fuentes minerales y el barro terapéutico de aquí. Y, además, desarrollarlo todo.

Con sus barros milagrosos, aguas y montañas, la región se ha convertido en un destino turístico de primera clase.

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