Fantasmas de guerra en las dos Coreas
Corea del Norte pondrá fin a un acuerdo para prevenir toda confrontación armada en su frontera marítima con Corea del Sur.
Así lo anunció este jueves el ejército norcoreano en medio de la escalada de las tensiones en la península.
La situación se agudizó entre las dos Coreas tras la publicación de los resultados de una investigación internacional sobre el hundimiento de una corbeta surcoreana, supuestamente, por un torpedo norcoreano.
El jefe del Estado Mayor de Corea del Norte advirtió a las fuerzas armadas surcoreanas de un ataque inmediato si éstas violaban la frontera común en el Mar Amarillo.
Mientras tanto, Moscú enviará a Seúl una comisión de expertos independientes para evaluar los resultados de la investigación realizada.
Según opina el director del Centro ruso de Estudios Coreanos, Alexánder Zhebin, la investigación de los expertos de Moscú sería la pausa necesaria antes de discutir posibles sanciones internacionales por el conflicto en la península.
“Desde luego, la decisión de Moscú permite disminuir un poco la tensión en el conflicto. Está claro que hasta que los expertos rusos lleven a cabo la investigación y se publiquen sus resultados, la discusión de las posibles medidas en el Consejo de Seguridad de la ONU sería prematura. Además, Rusia y Corea del Sur firmaron importantes acuerdos de colaboración estratégica en el 2008. Por lo cual me sorprende que Seúl no haya invitado a los expertos rusos al comité de investigadores desde el principio”, dice el científico.
La relaciones entre Corea del Sur y Corea del Norte siempre dejaron mucho que desear. Pero el reciente accidente en alta mar ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los investigadores internacionales han concluido que fue un torpedo norcoreano el que hundió en marzo un buque de guerra surcoreano y causó la muerte de 46 marineros. Como resultado, Seúl ha cortado los lazos comerciales con su vecino norteño y exige sanciones de la ONU. Sin embargo, Pyongyang desmiente tajantemente todas las acusaciones. Corea del Norte, aislada del resto del mundo, tilda a su vecino de ser una marioneta de Washington y promete represalias por cualquier acción en su contra. Algunos expertos dicen que lo indispensable es calmar las tensiones.
“Lo importante en las relaciones con Corea del Norte es no reaccionar con desmesura. Porque eso es precisamente lo que quieren ellos. Creo que Corea del Sur merece mucho reconocimiento por cómo ha manejado la situación”, dice Lawrence Korb investigador superior del centro para el progreso de EE. UU. en Washington.
El rencor entre las dos Coreas no es nada nuevo. La guerra entre los países vecinos estalló hace casi 60 años. Los que recuerdan su ferocidad dicen que la historia no debe repetirse jamás.
“Vi a la gente medio muerta, con la ropa quemada por el napalm. Una escena horrible. Es difícil incluso verlo, ni hablar de experimentarlo”, recuerda el veterano de la guerra de Corea, Yuri Baushev.
Dice que hoy en día una guerra se convertiría en una tragedia que el mundo ni siquiera es capaz de imaginar.
Sin embargo, algunos expertos creen que la amenaza que supuestamente presenta Corea del Norte está sobrestimada.
“Lo que me molesta son la manifestaciones amenazantes contra Corea del Norte que los medios internacionales presentan como un peligro para la seguridad mundial. No hay ninguna prueba que lo atestigüe”, afirma el profesor de economia en la universidad de Ottawa, Michel Chossudovsky.
Pero parece que algunos líderes mundiales no están de acuerdo. Los ensayos nucleares y el lanzamiento por parte de Pyongyang de misiles de largo alcance han cargado el ambiente en los últimos años. En esta situación Rusia llama a buscar soluciones prudentes y equilibradas.
Los que participaron en acciones bélicas también hablan de prudencia como la única solución para una situación tan complicada.
“No se puede permitir que brote este conflicto. Ambas partes tienen que reunirse a la mesa de negociaciones. No podemos permitir que se produzca otra guerra sangrienta. Si en la guerra anterior participaron alrededor de 20 países, esta vez involucraría a la mayoría de naciones del mundo” dice Yan Kanov, otro veterano de guerra.
Parece que paciencia y comprensión son dos palabras claves cuando las tensiones entre las dos Coreas y la preocupación de la comunidad mundial han alcanzado su punto máximo.