Casarse después de la muerte

En Chile se celebró una ceremonia insólita y triste a la vez, una boda y un funeral simultáneo. Dos jóvenes que iban a casarse próximamente fallecieron trágicamente en un incendio. Sus padres decidieron aun así realizar la boda después de la muerte de los prometidos.

Geovanny Hernandez, de 21 años, y Nicol Antvivilo Contreras, de 19, querían casarse a pesar del deseo de sus padres, que les tomaban por demasiado jóvenes para crear una familia. Después de su muerte con el hermano de Geovanny, Mattias, de 14, los parientes cambiaron su opinión y decidieron juntar los corazones amantes.

La insólita ceremonia se celebró en la ciudad de Llo Lleo, en la parte central del país sudamericano. La madre de la novia puso el anillo bendito por un diácono sobre el ataúd de su yerno. "Un regalo que le estamos haciendo a Nicole y a Geovanny, que no alcanzamos a dárselo en vida", dijo. Lo mismo hizo el padre del novio. Los visitantes de la celebración gritaron “vivan los novios" y lanzaron arroz sobre los féretros.

Los enamorados empezaron a vivir juntos el año pasado y se dieron los votos hace tres semanas, pese a la oposición de sus padres. El viernes ambos jóvenes murieron en un incendio en el que quedó su casa reducida a cenizas. El desastre se produjo a partir de la inflamación de un bidón de parafina.