Entre dos fuegos: ¿taxis legales o sin licencia?

La creciente demanda de taxis en Moscú ha generado la aparición de muchos de estos vehículos sin licencia, por lo cual los pasajeros disponen de una gran oferta. Los servicios de los taxis ilegales ofrecen a los moscovitas la oportunidad de viajar barato, pero su seguridad deja mucho que desear.

Sólo tiene que levantar el brazo en una de las calles de Moscú y alguien se parará inmediatamente. Aquí casi todos los automóviles pueden ser uno de esos taxis ilegales, un servicio que apareció en los años noventa, cuando miles de personas se quedaron sin trabajo.

Les empezaron a llamar 'bombilas', es decir, 'bombarderos'. El término no tiene nada que ver con la guerra: en la época soviética se llamaba así a los especuladores del mercado negro que hacían negocios con los extranjeros.

La alta demanda y el hecho de que los taxis oficiales suelen tardar mucho, hacen que cada vez haya más conductores sin licencia de chófer. La mayoría de ellos son inmigrantes llegados de los países del Sur que prefieren no hablar de su trabajo en público.

Sin embargo, es fácil distinguir a un taxista ilegal. Su signo distintivo: un viejo automóvil soviético. A menudo, el cinturón de seguridad es opcional y el chófer no conoce el camino, por lo que el viaje puede terminar con resultados no deseados.

A los que están dispuestos a arriesgar su vida, les espera una sorpresa agradable a la hora de pagar: ir al centro de Moscú cuesta sólo 300 rublos (apróximadamente $10)  pero llegar sano y salvo... no tiene precio.

Al mismo tiempo, no sólo los clientes de los taxis ilegales corren un riesgo, los taxistas también pueden ser víctimas de clientes deshonestos que recurran a cualquier subterfugio para no pagar.