La cultura de los puros, cada vez más extendida en Rusia

Se reparten en bodas, cumpleaños y bautizos. Los puros han sido desde hace siglos un distinguido detalle en las grandes celebraciones y ahora en Rusia, la cultura de fumar cigarros y puros de calidad tiene cada vez más adeptos.

El tabaco es una planta originaria de América y desde ese continente su consumo se expandió por todo el mundo en forma de diferentes productos. Uno de ellos son los Puros, un cigarro cuyo sabor y aroma han cautivando a millones de personas, y los rusos no son la excepción.

Desde que el Zar Pedro el Grande introdujo el tabaco en Rusia, este se ha hecho muy popular y ahora son los cigarros y los puros los que tienen cada vez más adeptos en este país. Como prueba de ello, existen clases en las que a los alumnos se les enseña a liar sus propios puros y que cada vez tienen más interesados en participar.

Si bien es cierto que durante muchos años, y principalmente por los lazos de la antigua Unión Soviética con Cuba, los cigarros no eran algo raro, durante los últimos años el mercado para los amantes del tabaco ha adquirido madurez y se ha hecho más sofisticado.

“La cultura de los puros en Rusia en los últimos 10 años se difundió ampliamente. Uno se puede dar cuenta de esto por la cantidad de boutiques dedicadas al tema. Ahora en Moscú hay casi 70 negocios especializados en cigarros. También han aparecido clubes de puros e incluso nosotros organizamos eventos a los que asiste mucha gente” asegura Artashez Shirikyan, editor de la revista Cigar Clan, que organiza la feria Big Smoke, el evento más grande de Europa dedicado a los puros, y que se celebra el mes de julio.

Pero transformarse en amante de los puros no es nada fácil. Al igual que un buen vino, cada cigarro debe ser manipulado y almacenado en condiciones especiales para potenciar al máximo su sabor.

Aunque casi siempre el consumo de cigarros está asociado a los hombres, cada vez son más las mujeres que comienzan a apreciarlos. De hecho, en Rusia es una afición que cada vez atrae a más damas y algunas incluso destacan como sumilleres.

Yekaterina ha sido premiada en numerosas oportunidades, incluso quedó en tercer lugar en un concurso mundial de sumilleres realizado en Cuba. “Para ser sumiller se necesitan amplios conocimientos. Hay que aprender muchas cosas referentes a los cigarros, su historia, la filosofía que hay detrás de ellos. Es una verdadera cultura. Para mí, esto era un pasatiempo, pero poco a poco fui participando en concursos y los puros se convirtieron en mi profesión”.

La mayoría de los que disfrutan de cultivar la 'cultura de los puros' no fuman solos. En Moscú existen varios clubes que agrupan a los amantes del tabaco, donde lo interesante no es sólo fumar. “El fenómeno de los puros es que no es solamente fumarlos, el encanto está en fumar el puro con los amigos en un buen ambiente. La gente prefiere fumar un buen puro y tener un buen socio, un buen amigo”. Asegura Vladímir Sushkov, Creador del Club Amor de Tabaco.

Como mínimo, cada puro tarda un año en ser elaborado. No sólo hay que esperar a que el tabaco crezca, sino que una vez cosechado se le somete a un proceso de fermentación que es clave para otorgarle todos los atributos que han hecho de este producto un sinónimo de buen gusto y sofisticación.