Aumenta descontento de diáspora armenia en Georgia

Las autoridades de Georgia parecen ignorar la existencia de un numeroso grupo étnico en el país. Los armenios-georgianos afrontan muchas dificultades en lo relativo a cuestiones culturales y sociales.

Nuestro reportaje les cuenta sobre los inconvenientes de estos ciudadanos casi inadvertidos por el Gobierno.

En las regiones georgianas fronterizas con Armenia viven decenas de miles de armenios. Constituyen el segundo grupo étnico del país. Llegaron a estas tierras en el siglo XVIII con el auge del comercio entre ambos países y ahora constituyen el 95% de la población de esa zona, pero las autoridades fingen que no existen. Los armenios-georgianos afirman que no están representados a nivel federal y quieren que su idioma se reconozca como oficial.

Norik Karapetián, el líder de la organización popular Javajk afirmó: “Antes recibíamos periódicos de Armenia. Ahora está prohibido. Ya no los puedo traer aquí como solía hacer. Quieren privarnos de los derechos básicos: hablar y leer en nuestra lengua.”

Karapetián es un armenio que nació, creció y vive en Georgia. Dice que el Gobierno de Tiflis oprime a su pueblo, y no solo en lo relativo al idioma.

A la hora de buscar trabajo los armenios también se enfrentan a dificultades. El desempleo en la región alcanza el 80%. Vender verduras en el mercado es la única posibilidad para muchos de ganar algo de dinero. Obtener un puesto de funcionario, mejor pagado, es casi imposible.

“Aquí nadie obtiene un puesto sin el consentimiento de los servicios de seguridad del Estado. Ni siquiera el personal de limpieza. Intentan controlarlo todo y a todos. No se puede hacer nada sin consultarles”, cuenta Karapetián.

Sin embargo, el partido al poder insiste en que hace esfuerzos para resolver el problema.

Hamlet Movsisián, líder del Movimiento por la Unidad Nacional, cuenta lo siguiente: “Varias veces hemos planteado numerosas cuestiones y el Gobierno ha intentado encontrar una solución. Por supuesto, sigue habiendo problemas, pero poco a poco los estamos resolviendo.”

El líder del movimiento Georgia Multinacional, Arnold Stepanián, cree que la situación se puede resolver adoptando algunas medidas sencillas pero eficaces.

“Se deben adoptar medidas para reintegrar a la población en la sociedad georgiana. Todas las decisiones del Gobierno son tan solo conceptos generales que se quedan en el papel. Debemos entender que las minorías forman parte de nuestro país. No son un caballo de Troya, sino verdaderos ciudadanos.”

Sin embargo, en espera de la adopción de estas medidas, los armenios-georgianos siguen sintiéndose forasteros en su patria.