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Los débiles en la Tierra pueden ser fuertes en el espacio

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La capacidad humana para resistir las sobrecargas durante un vuelo espacial no depende de la intensidad de los ejercicios, sino que de las peculiaridades natas de su aparato vestibular. Así lo cree el cosmonauta ruso Maxim Suraev, el primer bloguero espacial que acaba de terminar su misión en el

La capacidad humana para resistir las sobrecargas durante un vuelo espacial no depende de la intensidad de los ejercicios, sino que de las peculiaridades natas de su aparato vestibular. Así lo cree el cosmonauta ruso Maxim Suraev, el primer bloguero espacial que acaba de terminar su misión en el Soyuz TMA-16. Junto a él lo acompaña el astronáuta norteamericano Jeffrey Williams y el turista espacial Guy Laliberté, el fundador del Cirque su Soleil, el grupo circense más importante de los últimos años.

“[Resistir sobrecargas] es una capacidad nata de una persona, algo que le proporcionó la naturaleza. Se puede y se debe ejercitar el sistema vestibular, pero no todos son capaces de lograrlo a fuerza de las peculiaridades individuales del organismo humano. Por ejemplo, el turista espacial Guy Laliberté, con quien fuimos juntos a la Estación Espacial Internacional, se entrenó en la Tierra y en una silla rotatoria especial. Por mucho que entrenaban al pobre, prácticamente cada día, y por mucho que le colocaban inyecciones especiales para controlar la reacción de su sistema vestibular, no pudo resistir pocos minutos en aquella silla porque tenía ganas de vomitar”, señaló Suraev al hablar en el museo de la Cosmonáutica.

“Antes del lanzamiento de la nave desde el cosmódromo de Baikonur, me dieron un paquete de pastillas y jeringas llenas diciéndome que le hiciera una inyección en el primer momento para que descansara, caso contrario se sentiría mal y 'ensuciaría' toda la nave”, agregó.

Sin embargo, una vez en órbita, Laliberté se sintió tan bien que no se apartaba de la escotilla, observando la Tierra entusiasmadamente, sin indicios de sentirse mal.

“De allí la conclusión: si una persona se sentía mal en una silla durante los entrenamientos antes del vuelo y en el vuelo mismo, eso no quiere decir que se sentirá igual de mal estando en la órbita, sino que al contrario, conozco a muchos astronáutas que resistían perfectamente las sobrecargas en la Tierra, pero al llegar a la estación les fallaba su aparato vestibular. No sé de qué depende esto, pero está claro que cada persona tiene sus peculiaridades en el organismo”, concluyó Suraev.

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