Crece la industria de belleza en Rusia

La cirugía plástica ha pasado de ser un servicio de lujo para convertirse en una práctica popular. Según explica Nikolai Milanov, director del Departamento de Cirugía Restaurativa y Microcirugía del Centro Científico de Cirugía de Rusia Académico Petrovski, el primer paso para este cambio fue la introducción en Rusia en el año 2009 de la especialidad de cirujano plástico. Además, pronto se abrirán unos 10 centros educativos de esta profesión. Y dentro de tan sólo un año en el país se celebrará el primer congreso nacional de cirugía plástica.

Sin embargo, el especialista explica que lo que normalmente se entiende como cirugía plástica en realidad es cirugía estética, y los cirujanos que la practican constituyen sólo el 15% de todos los cirujanos plásticos. La cirugía plástica no se ocupa del mejoramiento del aspecto físico de las personas, sino del tratamiento de las imperfecciones anatómicas y funcionales de la superficie del cuerpo, de la cabeza y las extremidades que surgen como resultado de los defectos de nacimiento, traumas, enfermedades o intervenciones quirúrgicas.

Según opina Milánov, los cirujanos plásticos deben trabajar en los ámbitos de la oncología, la oftalmología, la otorrinolaringología, la ginecología, etc. Todos los cirujanos deben reunir sus esfuerzos para elaborar estándares de cirugía plástica nacional.

En cuanto a la cirugía estética, en Rusia ésta no ha sufrido mucho debido a la crisis mundial. Incluso antes de la crisis había poca gente que se podía permitir una costosa operación, y ahora sólo personas de clase media dejan de acudir a los cirujanos plásticos. No han disminuido la cantidad de personas que quisieron mejorar su físico, solamente han cambiado los métodos pasando de las operaciones a inyecciones y tratamientos láser, menos caros pero bastante efectivos.

Además, mientras que en otras partes del mundo antes de la recesión los pacientes solían pedir créditos para pagar una operación (por ejemplo, en EE. UU. el 85% de todas las operaciones plásticas se hacían a crédito), en Rusia esto no es habitual y los médicos tampoco incitan a ello, porque si una persona quiere hacerse mejorar su físico es un 'proyecto' muy costoso y a largo plazo. Muchas operaciones requieren tratamientos o intervenciones adicionales, lo que también presupone el aumento de los gastos.

Sin embargo, para atraer clientes las clínicas rusas de cirugía estética no quisieron bajar los precios, como en otros países. En Rusia la gente prefiere invertir en su belleza, aunque sean sus últimos rublos.