Periodista estadounidense: "Los propagandistas somos nosotros"
"La crisis de Ucrania nos recuerda que la patología no se limita a los soñadores peculiares que hicieron la política del gobierno de Bush II, cuya idea de la realidad era idealista más allá de toda lógica. Es un fenómeno imperial tardío que se extiende a todos los niveles", escribe Patrick Smith en un artículo publicado por el portal Salon.
La expresión "sin precedentes" está considerada peligrosa en el periodismo, "pero puede describir los esfuerzos furiosos de la administración de Obama por la invención de una narrativa sobre Ucrania y la reproducción incesante de todas sus falacias por nuestros medios de comunicación", agrega.
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En opinión del autor, "tiene sentido darle la vuelta a todo lo que se dice o se muestra en nuestros medios de comunicación y solo después considerarlo".
"Ucrania ahora nos da dos ejemplos terribles de lo que quiero decir con razón invertida", sostiene Smith detallando que se trata, primero, de la lluvia de informes sobre la presencia militar de Rusia en el este de Ucrania y, segundo, de las declaraciones de altos cargos estadounidenses de que Moscú está preparando una peligrosa campaña de propaganda para destruir la verdad. "Nuestra verdad, podemos decir", añade el periodista.
"Nuestra verdad y nuestro aire están ahora tan contaminados con la propaganda como durante las décadas de la Guerra Fría, y el único plan aparente es hacer que sea peor", concluye el autor del artículo al analizar una serie de publicaciones de periódicos tan importantes como 'The New York Times', que suelen basarse en fuentes y funcionarios anónimos y utilizar expresiones como "podría", "no están seguros", "sería" para hacer acusaciones bastante graves contra Rusia.
Otro método que utilizan, prosigue Smith, es la manipulación de las "evidencias" sacadas de los medios sociales, algo que ya se ha convertido en una especie del "juego de salón en Kiev, Washington, Langley, Virginia, y en la OTAN desde el inicio de la crisis de Ucrania".
"No veo cómo puede haber alguna duda de que la posición de Moscú sobre Ucrania y la gran confrontación Este-Oeste es la más coherente", afirma el periodista.
Nuestra verdad y nuestro aire están ahora tan contaminados con la propaganda como durante las décadas de la Guerra Fría
Para entenderlo, según Smith, basta con leer o escuchar "discursos de Putin, en particular el del Club Internacional de Debates Valdai, una variante de Davos, o en Sochi en octubre pasado".
"Está informado sobre cuestiones históricas, tiene una comprensión de los intereses (comunes y opuestos), de la naturaleza del ambiente del siglo XXI y de cómo lograr en él los mejores resultados", señala el experto.
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"Moscú ofrece una explicación mucho más sofisticada y coherente de la crisis en Ucrania que la que cualquier funcionario estadounidense ofrece u ofrecerá alguna vez" por una sencilla razón: "Ni Putin ni Lavrov llevan la carga de tener que vender a la gente versiones míticas de cómo funciona el mundo o sobre su lugar en él, como hacen los políticos estadounidenses", concluye el autor del artículo.