Cumbre del G-20 arrancó con alfombra roja y disturbios callejeros
La reunión de líderes del G-20, organismo que reúne a los países que conforman el 85% de la economía global, comenzó este sábado en Toronto con una cena de Estado para continuar el domingo con una reunión plenaria en la que se abordarán temas como el gasto público y la reforma financiera global.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, junto a su esposa, dieron la bienvenida a cada uno de los miembros del grupo, todos acompañados por sus cónyuges que recorrieron la alfombra roja instalada hoy en un hotel de lujo de Toronto en el que se aloja la reina de Inglaterra cuando visita la antigua colonia.
“Por la tarde – primera reunión en el formatodel G-20. Abordaremos temas económicos”, adelantó en su página en Twitter el mandatario ruso Dmitri Medvédev. Seguramente dicho mensaje no quedará desatendido como mínimo por dos participantes del foro: el presidente norteamericano, Barack Obama, y el premier británico, David Cameron. Ambos líderes han prometido seguir atentamente lo que su homólogo ruso pone en su cuenta de Twitter.
Siguiendo una mala tradición de los anteriores eventos, el actual también ha quedado marcado por incesantes y agresivas manifestaciones de los grupos antiglobalistas, pese a que Canadá ha dispuesto más de mil millones de dólares canadienses (970 millones de dólares) para la seguridad de las cumbres del G-20 y del G-8 (que terminó el pasado viernes en Huntsville, Ontario).
Así, por ejemplo, este sábado un grupo de anarquistas prendió fuego a un coche patrulla y rompió varias vitrinas. Según portavoces policiales, al mínimo tres participantes de los disturbios quedaron con lesiones.
Según las fuentes consultadas, la declaración final de los líderes tras la reunión en Toronto se centrará en la economía, la regulación financiera y una reforma a las instituciones internacionales tales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, pero no contará con recomendaciones específicas para países concretos.
Según un borrador de declaración final dado a conocer este sábado, el G-20 se mostrará favorable a la posibilidad de que cada país miembro pueda aplicar impuestos a los bancos para financiar sus respectivos planes de ajuste fiscal, pero, reconoce que no todos los países estarán capacitados para contemplar esta medida.
También los países del Grupo acordarán reducir a la mitad, según el mismo borrador, sus respectivos déficits en el año 2013 así como estabilizar, o reducir, la deuda en proporción al PIB en el año 2016.