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Conozcan los buques de guerra más absurdos de las últimas décadas

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Enormes, sofisticados, avanzados, pero muy mal concebidos. Conozcan las cinco naves militares más inútiles de algunas Armadas del siglo XX: la australiana, la estadounidense y soviética.
Conozcan los buques de guerra más absurdos de las últimas décadas

La lista de buques de guerra inútiles y absurdos no se limita solo a las cinco naves seleccionadas en esta escueta clasificación del portal militar ruso Topwar, pero quizá estas sean los más representativos.


Portahelicópteros australiano Canberra, o penurias con 'trampolín'

El portahelicópteros de la Armada australiana Canberra es una versión de exportación del buque anfibio clase Juan Carlos I construido en los astilleros de la empresa española Navantia para la Marina de guerra australiana.

La nave heredó de la Juan Carlos I posibilidades de despegue corto mediante 'ski-jump' o rampa en la proa, que los españoles usaban para facilitar el despegue de aviones VTOL Sea Harrier.

A partir de allí surgió una paradoja. La aviación naval de Australia dispone solo de helicópteros, para el uso de los cuales es preferible tener una cubierta plana. Aterrizar un helicóptero en la rampa de 13 grados de inclinación no es nada fácil.

Los planes de modernizar el Canberra para que porte cazabombarderos avanzados F-35B no se han llevado a cabo. La Armada llegó a la conclusión de que esto requeriría una importante remodelación del proyecto, incluyendo medidas para aumentar los depósitos de combustible para aviones, el aumento de la capacidad de carga, el montaje del sistema elevador de aviones e instalación del recubrimiento resistente al calor con un sistema de enfriamiento en la cubierta.

Al mismo tiempo, el desmantelamiento de la rampa de 50 metros de largo se ha considerado también un desafío técnico muy serio.

Como resultado, un enorme buque, que desplaza 28.000 toneladas, no tiene ventajas en el poderío de su ala aérea contra buques anfibios mucho más pequeños de otros países. Y además, el precio de este monstruo ronda los  1.500 millones de dólares.

Cruceros portaaviones soviéticos del proyecto 1143 clase Kiev

La Armada estadounidense tenía miedo de los submarinos soviéticos, pero se burló de este proyecto de crucero portaaviones pesado. Y con razón. Híbrido de crucero lanzamisiles y portaaviones, resultó totalmente ineficaz como crucero y completamente ineficaz como portaaviones.

El armamento que portaba era el propio de una fragata, pese a tener un desplazamiento seis veces mayor. Con la aparición de cruceros clase Slava, del proyecto 1164 Atlant, armados con 16 lanzadores de misiles Bazalt y sistema antiaéreos de gran S-300F estos 'cruceros' perdieron su sentido.

Su sentido como 'portaaviones' lo perdieron desde el mismo inicio de sus operaciones, puesto que los aviones de despegue y aterrizaje vertical Yak-38 que formaban parte de su ala aérea tenían un rango de acción de 100 kilómetros. Sus capacidades de combate se describen por un solo hecho: estaban desprovistos de radares. Es decir podían encontrar a sus enemigos solo de forma visual, con lo cual prácticamente estaban condenados.

'Supercrucero' estadounidense clase Alaska o 'El sueño de la razón produce monstruos'

Fue concebido como crucero cazador de cruceros enemigos. Especialmente para él fueron desarrolladas instalaciones de cañones de 305 mm de alta cadencia de fuego, un blindaje demasiado fuerte para un crucero, 229 mm de espesor y cubierta blindada de 170 mm.

Como resultado, el Alaska fue excesivamente grande para ser un crucero, pero no lo suficientemente fuerte para competir con los acorazados. La construcción de buques de esta clase se paró cuando el tercer buque de la serie se encontraba en los astilleros.

Los dos primeros cruceros gigantes (250 metros de eslora) de clase Alaska construidos (Alaska y Guam) después de servir menos de dos años fueron asignados a formar parte de la reserva. Tras 15 años en la reserva, fueron desguazados.

Además del absurdo general del proyecto, los Alaska fueron criticados por deficiencias imperdonables de su diseño. Un buque blindado de guerra construido en los años 40 no tenía protección alguna contra torpedos. Como consecuencia, una carísima nave de 34.000 toneladas de desplazamiento podría ser hundida pero el impacto de un solo torpedo enemigo.

Monstruosa nave de inteligencia soviética Ural

Una nave 'superespía', en cuyo desarrollo participaron cerca de 200 equipos de investigación de la Unión Soviética, hizo en su vida un solo viaje: del Báltico al lugar de su servicio previsto, en el océano Pacífico. Sus dimensiones para esta clase de nave impresionan: desplazamiento de 36.000 toneladas y 265 metros de eslora.

La nave estaba propulsada por una planta de energía combinada de dos reactores nucleares y dos calderas a gasoil. Debido a la complejidad 'prohibitiva' de su diseño incluso en el proceso de construcción Ural ya tenía una escora permanente de dos grados.

El gigante fue construido para obtener datos sobre la actividad en la base de misiles estadounidense en el atolón de Kwajalein. Se trataba de recibir información fiable sobre las ojivas de misiles de Estados Unidos, su tamaño, características y el comportamiento en la trayectoria final, mediante el uso de radares y medios ópticos.

De hecho, las posibilidades del Ural resultaron compatibles con cualquier buque estadounidense dotado del sistema Aegis, el primero de los cuales fue puesto en servicio en 1983, es decir siete años antes de que fuera construido el Ural. Pero para el funcionamiento del Aegis no hacen falta plantas de propulsión nuclear ni el enorme desplazamiento del buque soviético.

Por supuesto, hoy en día la restauración de este barco de inteligencia general no tiene sentido dado que su electrónica y radares ya están obsoletos en comparación con los radares de tipo AESA.

Datos interesantes sobre la nave:

  • Su 'kit' de equipo incluía una cámara de fotografía con una lente de 1,5 metros de diámetro.
  • El Ural ha sido uno de los pocos buques que no ha estado infestado de ratas. La nave contenía tanto equipo y de tan intensas emisiones que los roedores no podían resistirlo. 

Cruceros estadounidenses de propulsión nuclear clase Virginia

A juicio de Topwar el crucero Virginia es el 'integrante' más útil de esta lista. Y no solo porque llegara a lanzar dos misiles de crucero Tomahawk contra Irak. A diferencia de otros proyectos locos, los Virginia en los primeros años de su servicio tenían valor militar, siendo quizás el elemento clave de la defensa antiaérea y antimisiles de grupos de portaaviones.

Sin embargo, su historia final resultó similar a la del resto de 'monstruos'.

Cuatro gigantes de propulsión nuclear sirvieron menos de la mitad de su vida útil prevista. El principio del fin de los Virginia fue la aparición de los cruceros equipados con el sistema Aegis y lanzadores de misiles bajo cubierta con una amplia gama de municiones.

Los cálculos de costo de operaciones de cruceros de propulsión nuclear realizados en 1996 demostraron que su costo de operaciones, 40 millones de dólares anuales, es casi dos veces superior que el de los cruceros y destructores dotados de Aegis, con diferencia en capacidades muy a favor de los nuevos buques de clase Ticonderoga.

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