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Conflicto diplomático entre Cuba y México por las 'reflexiones' de Fidel

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EE. UU. intervino en las elecciones presidenciales de 2006 en México, impidiendo que el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, llegara a gobernar el país, lo que posteriormente le permitió al “imperio” arrebatarle al Estado vecino sus recursos naturales. Así lo expresó el líder c

EE. UU. intervino en las elecciones presidenciales de 2006 en México, impidiendo que el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, llegara a gobernar el país, lo que posteriormente le permitió al “imperio” arrebatarle al Estado vecino sus recursos naturales. Así lo expresó el líder cubano Fidel Castro en su último artículo, 'El gigante de las siete lenguas', que apareció publicado en la prensa hace unos días y provocó varias discusiones acaloradas  que incluso llegaron a transformarse en un escándalo diplomático entre Cuba y México.

Al analizar el libro 'La mafia que se adueñó de México y el 2012' de López Obrador en sus últimas 'Reflexiones', Castro volvió a expresar sus dudas sobre la legitimidad de aquellos comicios, insistiendo en que la victoria del actual presidente mexicano, Felipe Calderón, quién superó a López Obrador sólo por un 0,57% de los votos, fue un pucherazo.

“(López Obrador) se presentó a las elecciones y ganó la mayoría de los votos frente al candidato del PAN (Partido de Acción Nacional). Mas el imperio no le permitió asumir el mando”, escribió.

Según Fidel Castro, la actividad del Estado norteamericano y la utilización de ideologías como el neoliberalismo, está dirigida a apropiarse de los recursos del país vecino. “Conocía, como otros dirigentes políticos, cómo Washington había elaborado las ideas del 'neoliberalismo' que vendió a los países de América Latina y al resto de los países del Tercer Mundo como la quintaesencia de la democracia política y el desarrollo económico, pero nunca tuve una idea tan nítida de la forma con que el imperio utilizaba esa doctrina para destrozar y devorar las riquezas de un importantísimo país, rico en recursos”, afirma Castro.

El ex mandatario cubano elogió el libro de López Obrador, en el cual su autor describió “la forma en que Estados Unidos devora a dentelladas un país hermano, al que ya una vez arrebató más del 50% de su territorio, las mayores minas de oro con altísima ley y la riqueza petrolera explotada intensamente durante más de un siglo, de la que se extraen todavía casi tres millones de barriles diarios”.

Las palabras de Castro han provocado severas críticas por parte de la administración mexicana. El Gobierno del país rechazó oficialmente sus afirmaciones, en las cuales el ex presidente de Cuba “pretende descalificar a las instituciones mexicanas y se hace eco de afirmaciones sin sustento sobre el país y su desarrollo”, según la cancillería.

Cabe recordar que las elecciones de 2006 en México marcaron un récord singular: nunca jamás ha sido tan corta la diferencia entre los resultados de los dos pretendientes principales al mando supremo. Calderón venció en aquella ajustada lucha electoral con una pequeña ventaja que ascendió a sólo 200.000 votos en una votación en la que participaron en total cerca de 40 millones de ciudadanos. Además, al principio de la campaña las encuestas públicas mostraban una clara ventaja para el rival de Calderón. Sin embargo, posteriormente la popularidad del candidato del PAN creció bruscamente.

La victoria del actual mandatario fue reconocida oficialmente sólo después de que concluyeran los debates jurídicos que duraron semanas, ya que López Obrador rechazó los resultados de la votación y organizó acciones de protesta con participación de varios miles de personas por todo el territorio del país. La administración de Cuba, así como la de Venezuela tampoco reconocieron aquellos comicios, lo que aumentó la tensión entre los estados.

Las relaciones entre Cuba y México ya eran bastante frías con la presidencia del antecesor de Calderón, Vicente Fox Quesada. El desacuerdo estaba relacionado con las diferencias de pareceres de los líderes con respecto al desarrollo de la integración económica latinoamericana en el futuro. En determinados momentos el debate entre los mandatarios llegó a suponer la retirada de los embajadores y la amenaza de ruptura completa de las relaciones diplomáticas.

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