Cómo la tecnología rusa 'ciega' los misiles estadounidenses
El ambicioso programa de escudo misiles estadounidense en Europa parece estar agonizando y uno de los indicios de ello han sido los indiscutibles logros de la industria de defensa rusa en el campo de la guerra electrónica, confirmados por las alarmistas declaraciones de altos cargos militares de Estados Unidos.
Así, el comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa, el general de brigada Frank Gorenc, admitió que los logros de Rusia en el campo de la guerra electrónica anulan todas las ventajas de las armas de alta tecnología de la OTAN.
El problema de los militares estadounidenses es que los avanzados sistemas de lucha electrónica rusos sencillamente paralizan el funcionamiento de la electrónica estadounidense montada en misiles, aviones y barcos, explica un artículo del portal Svobódnaya Pressa.
El artículo publicado en 'Foreign Policy' sobre el tema cita al comandante del Ejército de Estados Unidos en Europa, el teniente general Ben Hodges, quien admitió que la posibilidad de una guerra electrónica de Rusia es más alta de lo que ellos esperaban e imaginaban.
Por su parte, el jefe adjunto del Comando Cibernético del Ejército de EE.UU., Ronald Pontius, se vio obligado a reconocer que el desarrollo de Estados Unidos en ese asunto no se corresponde a las amenazas existentes.
¿Qué hay detrás de estas declaraciones? ¿Será algo más serio que una alusión a asignar más fondos para las Fuerzas Armadas de EE.UU.?
¿Cómo funcionan los sistemas que 'apagan' la defensa antimisiles?
Hasta hace poco los sistemas de guerra electrónica se desarrollaban a partir de componentes analógicos, pero ahora se utiliza equipo digital, poniendo este equipo a un nuevo nivel de capacidades.
Un sistema antiguo se consideraba fiable al permitir 'cubrir' todas las bandas de frecuencias en que opera el enemigo. Sin embargo, lograrlo fue muy complicado porque para cada banda de frecuencia hubo que crear un equipo especial, mientras que el sistema digital actual es universal y miniaturizado: incluso permite montar todo el equipo en una sola plataforma.
En segundo lugar, para suprimir las señales en todas las bandas de frecuencia mediante las interferencias antes hacía falta aplicar una potencia muy fuerte. Hoy en día esto no es necesario: el equipo moderno de detección y tratamiento de señales enemigas permite sacar una 'copia' exacta de la señal, a partir de la cual se puede generar una señal similar, cambiando los parámetros necesarios para 'destruir' su estructura. De esta forma se devolverá al enemigo una señal 'falsa' y distorsionada. Esta tecnología se denomina 'interferencia no energética'.
De ello se desprende que si antes los sistemas de guerra electrónica eran un área donde aplicaban su talento especialistas de radio, hoy en día las reglas las dictan expertos en equipo digital: ingenieros en tecnología de circuitos, programadores y, por supuesto, matemáticos. No es casual que los sistemas de guerra electrónica se desarrollen en estrecha colaboración con la Academia de Ciencias de Rusia.
Lo complicado de desarrollar armas de este tipo es que el equipo más avanzado no solo debería tomar en consideración la situación actual y los parámetros de sistemas informáticos de los enemigos potenciales, sino que también debería anticipar lo que van a crear en un futuro previsible. Por lo tanto, la vida útil de estos sistemas de guerra electrónica es bastante corta, por lo general varía entre 4 y 6 años. Pasado este periodo, los sistemas de este tipo deberían actualizarse.
La llegada de la digitalización puede reducir los costos estas modernizaciones ya que el 'hardware' no está sujeto a actualizaciones frecuentes.