El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Sociedad

El hobby clandestino de los niños en campos de concentración

Publicado:
En el festival anual de los literatos rusos en Viena, ‘Viena literaria’, mostrarán la película sobre los niños presos del gueto fascista Terezín en la República Checa. El documental ‘Yo recuerdo…’ de la periodista y escritora Elena Logunova en colaboración con homólogos de la República Checa, Austr
El hobby clandestino de los niños en campos de concentración

En el festival anual de los literatos rusos en Viena, ‘Viena literaria’, mostrarán la película sobre los niños presos del gueto fascista Terezín en la República Checa. El documental ‘Yo recuerdo…’ de la periodista y escritora Elena Logunova en colaboración con homólogos de la República Checa, Austria, Alemania, trata de los niños que clandestinamente aprendían la lengua y literatura rusa. Muchos de ellos murieron, pero se guardó una muestra de aquello gracias a la revista Vedem (Nosotros llevamos) que la publicaban a escondidas con su poesía y traducciones al checo de las obras de grandes poetas rusos.

El gueto de Terezín fue dividido en bloques. En la gabitación No.1 del bloque 'L 417' estaban los niños que editaban la revista, pocos de ellos sobrevivieron después en el campo de Auschwitz. Elena Logunova con el miembro del equipo de rodaje Serguéi Levitski tradujeron la poesía de estos niños al ruso. En las páginas de aquella publicación se pueden leer las obras de Alexandr Pushkin, Mijaíl Lermontov, Fiodr Tiútchev, Vladímir Maiakovski y Konstantín Balmont.

En general, entre los presos que encontraban allí cobijo se cree que eran de 12.000 a 18.000 menores. Sobrevivieron pocos, otros murieron en Terezín, o fueron deportados a los campos de concentración. Llegaron allí con sus padres, élite hebrea, aunque a pesar de que en los barrios la vida de familia se guardaba de pleno valor, en Terezín las familias eran divididas lo que junto cono otros rasgos indicaba que éste no era un gueto, sino un campo de tránsito o incluso un campo de concentración.

Cualquier actividad educativa era prohibida, permitieron solo dibujar. Gracias a este milagroso permiso, la artista de origen austriaco Frederika 'Friedl' Dicker-Brandeis enseñaba a los niños pintar y guardó cerca de cuatro mil esbozos de estos presos pequeños. En general, la vida clandestina allí contaba de centenas de espectáculos, creación e interpretación de música, poesía, edición de revistas, etc.

Los historiadores del asunto basándose en diferentes memorias destacan que durante ‘la limpieza’ de las ciudades y sus suburbios por el mando especial de Adolf Eichmann a Terezín enviaron judíos: políticos, militares, artistas, ex generales, ministros, banqueros, héroes de la Primera Guerra Mundial, entre otros.

“A todos los enviados a Terezín les prometían un sanatorio cómodo en la orilla del Elba… Aquí se podría estar entre la gente inteligente si no fuera por el miedo de ser enviados más allá”, escribía Friedl Dicker-Brandeis.

En principio Terezín fue pensado como un lugar que se podría mostrar a las comisiones extranjeras. A los hebreos les proponían una autonomía, en cierto modo. Pero todo esto fue sólo una fachada. De 150.000 hebreos que pasaron a través de ése lugar, 88.000 fueron enviados a campos de concentración y más de 33.000 murieron de hambre y diferentes epidemias.
 

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7