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El 'mago de las sensaciones' celebra su 150 años

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"¿Acaso hay pocos monasterios pintados en el fondo de la madrugada rosa o con la luz de atardecer? ¿Acaso hay pocos riachuelos transparentes y sotos de abedules? Sin embargo, es claro que Levitán dijo algo nuevo allí, y por eso debería ser el primero de los primeros". Estas son las palabras del crí
El 'mago de las sensaciones' celebra su 150 años

"¿Acaso hay pocos monasterios pintados en el fondo de la madrugada rosa o con la luz de atardecer? ¿Acaso hay pocos riachuelos transparentes y sotos de abedules? Sin embargo, es claro que Levitán dijo algo nuevo allí, y por eso debería ser el primero de los primeros". Estas son las palabras del crítico de arte y destacado pintor ruso Alexandr Benuá sobre 'El monasterio silencioso' (1890) de Isaac Levitán. Sus palabras se convirtieron en profecía: a 150 años del nacimiento de Levitán, considerado la encarnación del paisaje lírico ruso, la Galería Tretiakov lo homenajea con una gran exposición de sus obras traídas de todo el mundo.

Su pintura 'El dorado otoño' solía aparecer en la parte interior de las tapas de los manuales de literatura de la generación de 1980. Muchos recuerdan cómo la profesora preguntaba: "¿Cómo se puede saber que hay sol, si no aparece y no se ve en la pintura?". Así llegaban las primeras clases sobre el desarrollo de la atención y la descripción de la naturaleza de este pintor legendario. Su trabajo es un ejemplo de la 'imagen ícono' de la naturaleza rusa.



El aniversario del pintor fue el 18 de agosto pasado. Pero obras como la nombrada, y otras famosas como 'La calma eterna', 'El tañido nocturno' y 'La queda', no hubieran podido estar en la exposición conmemorativa por falta de condiciones. Los restauradores debieron trabajar sobre muchas pinturas para devolverles su brillo inicial.

"Las pinturas de Levitán tienen más de 100 años. Están en buen estado, pero las capas de pintura se habían exfoliado en algunos lugares y se podía ver el lienzo", explica la conservadora Liubov Zajarenkova. "Levitán podía pintar la obra y ponerla contra la pared, olvidarse de ella y después volver al lienzo y pintarlo encima. Una vez, los alumnos del pintor vieron como él quitaba la pintura con esmeril".

Ahora los visitantes podrán valorar esta exposición única, que cuenta con unas 300 pinturas, estudios, pasteles, acuarelas y esbozos traídos de 17 museos de Rusia y el extranjero.

Igualmente, la mayoría de las obras proviene de la Galería Tretiakov. La base de la colección la realizó el mismo fundador de la galería, cuando compró en 1880 'El día de otoño. Sokólniki', del pintor que entonces tenía 19 años. Desde aquel momento, el ilustre coleccionista y mecenas vigiló el destino de Levitán, le ayudó, promovió su arte y no pasaba un año sin comprarle pinturas. Tretiakov adquirió más de 20 lienzos que componen la lista de las obras doradas del pintor.

La exposición estará hasta el 20 de marzo y los organizadores están seguros de que no dejará a nadie indiferente, porque Levitán podía reflejar los matices refinados de cada cambio de temporada y cada alteración de la luz que encuentra respuesta en la emoción humana.

Primavera



Esta obra es la elección pictórica de un tímido rincón de sombra, de un bosque donde, entre la maleza del sauce brilla un riachuelo azul. Se ven amentos amarillos de sauce en un fondo de hojas grises y verdes y el encaje de ramas finas que hunden al espectador en la poesía de la primavera.

La pintura muestra la capacidad de Levitán de elaborar el verde en la pintura, que a veces se revela más incómodo para los artistas. Levitán usaba sólo un tono de verde, pero conseguía sacar de este tono todos los matices revelando su carácter en una pintura de vida, esperanza, alegría, primavera, felicidad y amor. Creaba sensaciones, como los impresionistas de Francia, pero permaneciendo en las tradiciones pictóricas rusas. En su trabajo hacía respirar a las plantas.

Otoño



"Nadie antes de Levitán retrata con una fuerza tan triste las lejanías de la intemperie rusa. Todo es tan calmo y solemne que se puede sentir como una encarnación de la dignidad (…). Levitán, como Alexándr Pushkin, Fiódor Tiutchev y muchos otros, esperaba el otoño como la temporada más fugaz y más querida. El otoño en las pinturas de Levitán es muy diferente. No se pueden describir todos días del otoño traspasados por él al lienzo… Y en estas 100 pinturas mostraba todo lo que cada uno había visto desde niño: abedules dorados, un cielo parecido a un hielo fino, la gran tristeza de los días de despedida…", dijo Konstantín Paustovski, escritor ruso.

Invierno



Se sabe que Levitán raramente mostraba el invierno y la nieve, anteponía siempre el otoño o la primavera. Pero una vez se encargó del paisaje de invierno e hizo 'Marzo'. La obra impuso un gran cambio en el arte visual ruso de paisajes. Se reveló que nadie antes había mostrado la nieve tan viva y pintorescamente: sombras azules de árboles y un cielo azul vivo. La elección de los detalles en la obra es muy escasa, pero la impresión entera prueba una nota de vida reciente.



En el invierno de 1899, unos meses antes de su muerte, Levitán viajó a Crimea (una península en la costa norte del Mar Negro). Le dolía el corazón y no había ninguna esperanza para su recuperación, pero los doctores le prescribieron la región de Crimea con su aire fresco de mar y el pintor no les contradijo, sino que se alegró mucho de ver otra vez Ialta. Allí fue a visitar a su gran amigo, el escritor ruso Antón Chéjov, que también mejoraba su salud en una 'dacha'. El dueño y pintor tenían conversaciones sobre la naturaleza en la parte europera de Rusia. Al hablar, ambos comenzaron a añorar.

Así, Levitán tomó sus pinturas y un trozo de cartón. En 30 minutos pintó un prado nocturno con almiares mojadas. Y prontó partió, dejando el esbozo a Chéjov. El escritor lo puso en un nicho de la chimenea y lo contemplaba. En el sur del país, donde está Ialta, no hay crepúsculo: del sol permanente casi inmediatamente se pasa a una noche negra. En la obra de Levitán se ve el estado de esta naturaleza tan singular, cuando el día a punto de morir no consigue acabarse y la noche no se atreve a empezar, el mundo se vuelve gris y el corazón siente una angustia aguda. Para un prisionero de Ialta, la angustia del crepúsculo se mezclaba con la nostalgia por la Patria.

Verano



La gran obra 'El lago' es la mayor del último período de la creación de Levitán. Es la única obra para la que hizo cantidad de estudios y esbozos. Trabajó mucho sobre la obra y obstinadamente trató de crear una imagen monumental, entera y no ocasional de la naturaleza rusa. Es 'el canto del cisne' del pintor, pues murió sin poderla terminar. Pero hasta en este estado la obra impresiona por su sinceridad 'a lo impresionista', en la reflexión de la frescura y la vida de la luz solar, las nubes doradas que pasan por el cielo sin fondo y se reflejan en el agua azul del lago. Las iglesias blancas en la orilla alta, el prado verde, los campos amarillos, los árboles vivos del otoño que viene, todo esto llena al espectador de fe sobre el futuro de Rusia.

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