En el mercado belga se ofrecen ataúdes biodegradables
Ciertamente, es muy poca la gente en el mundo que se preocupa por el impacto que pueda causar al medioambiente un ataúd, sobre todo a la triste hora de enterrar a familiares o amigos.
Pero resulta que hay gente trabajando en diseños más amigables para la tierra.
En vísperas de la Fiesta de Todos los Santos que se celebra en el mundo católico el 1 de noviembre, una cadena de televisión belga mostró un reportaje sobre las innovaciones en el “sector mortuorio”: ataúdes biodegradables.
Patrick Vanhorenbeke, director de una empresa funeraria: “He buscado una alternativa a los ataúdes de cartón, de momento los únicos en el mercado, pero que me convienen estéticamente”.
Finalmente, Vanhorenbeke ha escogido algas y al jacinto acuático como material para los féretros.
El precio de tal lujo es 1.200 euros, equivalentes al de un ataúd barato de madera, pero de momento es bastante poco probable que los belgas prefieran este modelo ecológico a uno tradicional barnizado.
Empero, el maestro es un entusiasta de la conservación de bosques y participante del último programa de la ONU para la preservación de los bosques en Níger, programa que prevé la plantación de 8 millones de árboles.