Obama revitaliza la economía estadounidense
El presidente de EE. UU., Barack Obama, anunciará nuevas medidas en un intento de reforzar la seguridad nacional y reanimar la competitividad de los sectores manufacturero y tecnológico, claves para su país.
"Nos llevó casi una década excavar el pozo en el que nos metimos, y nos llevará aún más tiempo salir de él", sostuvo Obama citado por la agencia EFE en una breve aparición ante la prensa en el jardín de la Casa Blanca.
"Hay demasiadas empresas que enfrentan graves dificultades, y hay demasiados trabajadores que no encuentran empleo", añadió el presidente, garantizando que está comprometido a diario con hacer lo posible para generar el crecimiento que permita restaurar el daño creado por la recesión.
Obama propone incrementar la inversión en energías limpias, extender los recortes de impuestos a la clase media, modernizar las infraestructuras e impulsar la financiación empresarial en EE. UU. gracias a incentivos fiscales.
"Sabemos que en los meses finales del año pasado las empresas pequeñas registraron más del 60% de las pérdidas de puestos de trabajo en el país", indicó Obama, agregando que su administración ha promulgado ocho diferentes reducciones de impuestos para esos empresarios.
“Pero debemos hacer mucho más. Tenemos que recortar los impuestos a las empresas pequeñas y debemos poner a su disposición más préstamos”, agregó.
El jefe estadounidense también afirma que la prioridad ahora pasa por continuar apoyando al crecimiento que vino a ser la razón principal por la cual promueve su iniciativa para ampliar el crédito a las pequeñas y medianas empresas, las principales generadoras de empleo del país.
Tal plan también incluye la suspensión del pago de determinados impuestos vinculados a las ganancias de capital.
La semana pasada el Gobierno informó que el PIB de EE.UU. subió entre abril y junio a una tasa anualizada del 1,6%, ocho décimas menos que lo que se habría pronosticado inicialmente. El desplome en las ventas de viviendas alimentan la inquietud sobre la fragilidad de la economía que se ve lastrada por un paro persistentemente alto.
La economía se está colocando en el centro del debate de cara a las legislativas del 2 de noviembre, donde los demócratas corren el riesgo de perder asientos que le priven la doble mayoría en el Congreso. Los republicanos aprovechan la ansiedad en el ambiente para cargar contra la estrategia económica de la Casa Blanca.