¿Problemas con zombis? Llame a Juan de los Muertos
¿Cómo sobrevivir y hasta sacar ventaja en una ciudad enteramente ocupada por muertos vivientes que comen carne humana? Esto lo esclarecerá la primera película cubana sobre zombis que se está produciendo actualmente en La Habana.
Un espectáculo de horror y al mismo tiempo una sátira social, Juan de los Muertos goza del respaldo de la empresa española de producción La Zanfona Producciones, la luz verde de las autoridades cubanas y fondos —2,1 millones de dólares— que pueden eclipsar a la mayoría de los presupuestos cinematográficos que se forman en la isla.
Este es el segundo filme del director y guionista Alejandro Brugués, de 34 años, quien dice que su idea es contar una historia que sea auténticamente cubana pero con la lógica tradicional de las películas de zombis.
La trama es sencilla: Un vago de 40 años llamado Juan está de pesca frente a las costas de La Habana y encuentra a un zombi flotando en el agua. Juan logra escapar el ataque del zombi solo para encontrar que la ciudad se ha vuelto violenta y la gente empieza a atacarse una a otra. Las autoridades acusan a los disidentes apoyados por Estados Unidos como causantes de la plaga, pero, poco a poco se va dando cuenta de que los atacantes no son normales.
Junto con su amigo Lázaro, que es igual de vago pero el doble de tonto, Juan decide que la mejor manera de enfrentar la situación es sacar ventaja de ella. “¿Abuelita se comió al perro? ¿Papá y mamá se convirtieron en zombis? Juan de los Muertos. Matamos a sus seres queridos. Los mejores precios en el mercado" dice Juan sobre sus servicios de exterminación de zombis.
Empero, la situación se vuelve incontrolable y algunos ven como única solución el lanzarse al mar y huir de la isla. A Juan no le queda otro remedio que ponerse en el papel de héroe para poner a sus seres queridos a salvo en ese infierno.
Brugués dice que parte del mensaje de la película es saber si uno debe quedarse y hacer frente a los problemas o huir cuando las cosas se vuelven muy difíciles, un tema políticamente sensible en un país dividido entre aquellos que se quedaron al estallar la revolución de 1959 y los que optaron por el exilio en Florida y otros lugares.
Sin embargo, el director descarta que haya matices políticos en su cinta.
"Quiero que la gente la pase bien en el cine ", dice Brugués. "Y prometo litros y litros de sangre".
La filmación debería comenzar a finales de octubre y los realizadores esperan estrenar el filme en la próxima primavera o verano.