'El ángel de las esclavas': empresario kurdo lidera liberación de mujeres secuestradas por el EI

Abdalá Sharin, un empresario del pueblo kurdo de Janke, lleva casi dos años rescatando a las mujeres yazidíes secuestradas por los terroristas del Estado Islámico (EI), informa 'El Mundo'. Desde finales del 2014, el escuadrón dirigido por el exvendedor de alfombras ha logrado que 248 mujeres recuperen la libertad.

Sharin tomó la decisión de organizar un grupo de rescate de personas raptadas tras la llamada de una pariente que pedía ayuda para escapar de los terroristas. Sharin pensó que podía conseguir ayuda dentro del territorio del EI traficando con cigarrillos, que fueron prohibidos por los terroristas. Ofreció a un conocido en Raqa, la ciudad que los terroristas proclamaron su capital, que le ayudara a "traer a las mujeres yazidíes de vuelta a casa".

Su primer paso consistió en "establecer una empresa de elaboración de pan y distribución de vestidos" con el objetivo de obtener información sobre la población yazidí que estaba en las ciudades del califato. Después compraron otros negocios, entre ellos una fábrica de zumos. El jefe del grupo de rescate manifiesta que hace siete meses el nivel de información que tenían era mejor que el actual, ya que los terroristas han cortado el tendido telefónico e Internet funciona a ratos.

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Según comparte Abdalá Sharin, desde el inicio de su actividad han perdido a 12 personas involucradas en las operaciones de rescate. Por cada persona recuperada se pagan 1.000 dólares, asimismo, a pesar de que este "empleo es peligroso", la gente "sigue en el negocio por dinero". Hasta hace unos meses en la región autónoma del Kurdistán iraquí existía una oficina en la ciudad de Dohuk que sufragaba los rescates. Sin embargo, "se han quedado sin fondos y ahora son las familias quienes tienen que reunir el dinero", explica Sharin.

Los yihadistas ya le han puesto precio a la cabeza de Sharin y de hecho han formado un grupo para "cazar" a los miembros del escuadrón, lo que hace las operaciones de rescate más complicadas. No obstante, el 'ángel de las esclavas', como lo conocen en la región, no planea rendirse, ya que "ningún gobierno se preocupa ni está dispuesto a moverse por ellas". Insiste en que no dejará "este trabajo hasta que todas hayan regresado a casa".