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El asesino de Japón confiesa que mató a los discapacitados "para hacerlos felices a todos"
Satoshi Uematsu, autor de la masacre que conmocionó a Japón, dijo que cometió el crimen porque sus compañeros consideraban que "era duro" cuidar a los internos del centro de discapacitados donde trabajaba.
Una semana después de que el joven Satoshi Uematsu acabara con la vida de 19 internos de un centro de discapacitados psíquicos en el pueblo japonés de Sagamihara, prefectura de Kanagawa, la cadena pública NHK reveló que el autor de la masacre dijo que cometió el crimen "para hacerlos felices a todos".
De acuerdo con la cadena japonesa, sus compañeros de trabajo le habrían dicho que cuidar a los discapacitados "era duro", aunque para él no lo era.
La información contrasta con otra frase que el presunto autor del crimen de 26 años de edad dijo el día de los hechos al entregarse en una comisaría de policía. De acuerdo con el diario 'Asahi', el joven aseguró a los agentes: "Quiero a las personas con discapacidad fuera de este mundo".
Una carta delirante
Los planes del atacante fueron descritos en una carta que entregó a un policía el 14 de febrero, dirigida al diputado Tadamori Oshima. La misiva, que salió a la luz en diversos medios japoneses después de la masacre, fue objeto de una investigación que llevó a su autor a ser internado en un psiquiátrico.
"El plan será llevado a cabo durante el turno de noche, cuando hay poco personal. El objetivo serán dos instalaciones donde residen muchos discapacitados múltiples. Los trabajadores de guardia serán maniatados con cables para que no puedan moverse ni contactar con el exterior", reza la carta, citada por el periódico local 'The Mainichi'.
Uematsu también anticipó que el acto sería ejecutado con rapidez: "Puedo eliminar a un total de 470 personas con discapacidad", amenazó el hombre.
Sus razones: "He decidido emprender la acción hoy por el bien de Japón y del mundo" y "lograr un mundo en el que las personas con discapacidades múltiples puedan recibir la eutanasia (...)".
Finalmente, el joven pide una pensión y que le sea practicada una cirugía plástica al salir de prisión.
"País seguro"
La cadena NHK destacó el 27 de julio que, a pesar del ataque, Japón es considerado un país seguro, con leyes restrictivas para el porte de armas y que los asesinatos masivos son casos aislados, "aunque todavía ocurren".
El medio japonés recuerda el ataque con gas sarín en 1995 perpetuado por la secta Aum Shinrikyo en el metro de Tokio que se cobró la vida de 13 personas. En el 2001 un hombre entró a una escuela en Osaka asesinando a ocho niños. En el 2008, un hombre armado también con un cuchillo atacó a numerosos peatones en un populoso distrito comercial en Tokio, dejando siete muertos.
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