Dos afganos muertos en las protestas contra la quema del Corán

Dos personas murieron y cerca de diez resultaron heridas en los enfrentamientos con las fuerza de seguridad durante las protestas en Afganistán contra los planes de quemar el Corán anunciados por un religioso estadounidense.

Proclamando consignas antiamericanas, un grupo de ciudadanos afganos bloquearon la carretera principal de la provincia de Lawgar, en el sudeste del país, e intentaron asaltar oficinas de la administración local. La policía abrió fuego para dispersar a los manifestantes, lo que causó victimas entre los mismos, así como entre las fuerzas de seguridad.

Las acciones de protesta en el país asiático, que conllevan asaltos, desórdenes, saqueos y linchamientos, se vienen produciendo ya durante los últimos tres días. De acuerdo con sus organizadores, esto es una respuesta a las acciones anti islámicas que se realizan últimamente en EE. UU., en  particular a las intenciones del pastor estadounidense Terry Jones, que planeaba quemar ejemplares del Corán públicamente el 11 de septiembre -el noveno aniversario de los ataques terroristas contra el World Trade Center, donde fallecieron más de 3.000 personas- aunque luego renunció a esta idea.

Sin embargo, como se ha podido saber posteriormente, su plan fue llevado a cabo por otros ciudadanos estadounidenses. En el Estado de Tennessee, dos predicadores evangélicos quemaron al menos dos copias del Corán. El libro sagrado de los musulmanes también fue profanado en las calles del Lower Manhattan en Nueva York, donde tuvieron lugar ceremonias en recuerdo de las víctimas. Allí, un manifestante arrancó varias páginas del Corán y les prendió fuego, mientras que otro hizo algunos gestos obscenos con las páginas arrancadas.

Con acciones como estas algunos norteamericanos decidieron expresar su protesta contra el proyecto de construcción de una mezquita en la Zona Cero (cerca del lugar donde ocurrieron los atentados del 11/9), promovido por el conocido imán estadounidense, ardiente proselitista del Islam, Feisal Abdul Rauf, que causó una verdadera división en la sociedad neoyorquina.

Durante los últimos meses se vienen desarrollando en el país tensas discusiones e incluso enfrentamientos entre los que se oponen y los que son favorables al plan del imán. Sus adversarios no dejan de insistir en que el lugar elegido para la construcción es impropio para el proyecto islámico.

Al mismo tiempo existen otros estadounidenses que proclaman que la "libertad religiosa debe ser inquebrantable" en su país. "Estoy en contra de construir la mezquita a dos barrios de la Zona Cero. Quiero que sea construida en esta zona. ¿Por qué? Porque creo en una América que protege a aquellos que son víctimas de odio y prejuicio", escibió en su última entrada en su blog uno de los adeptos a esta posición, el polémico director de cine estadounidense Michael Moore. Instando a sus seguidores a donar dinero para colaborar en la financiación del proyecto, insistió en que "si no se construye la mezquita, esto dejará de ser América".