Tony Blair premiado genera protestas
El ex primer ministro británico Tony Blair ha sido galardonado en Estados Unidos por su actividad humanitaria. Mientras, muchos consideran que el político que comenzó la invasión a Irak en 2003 debería ser juzgado en vez de premiado.
Tras cruzar el Atlántico y llegar a Filadelfia, Tony Blair se siente mucho más seguro, reconocido como garante de la libertad en el mundo. Todo lo contrario a lo que percibió en Dublín. Allí, hace poco, detractores de las guerras en Irak y Afganistán lanzaron huevos y botellas al ex primer ministro de Gran Bretaña mientras presentaba su polémico libro de memorias. Después de las manifestaciones, Blair canceló los eventos en los que iba a firmar ejemplares en Londres.
“Este es el hombre que introdujo la detención arbitraria en Gran Bretaña y que apoyó todas las medidas que llevaron a mucha gente ser encerrada y maltratada por las autoridades, lo contrario a la libertad. Creo que todo esto se trata de una gran broma como, por ejemplo, el premio Nobel de la paz otorgado a Henry Kissinger. Hay momentos de la vida en los que no queda más remedio que reír”, dijo Peter Hitchens, columnista y autor.
Algunos creen que en vez de recibir el premio, Tony Blair debe ser castigado por crímenes de guerra. El activista Chris Knight considera que, enviando las tropas británicas a Irak en 2003, el Gobierno de Blair no respetó la ley internacional y debería ser juzgado en las salas del tribunal de La Haya en vez de ser galardonado en las de Filadelfia.
Knight, ex profesor, fue despedido de la universidad en la que trabajaba tras participar en varios actos de protesta contra la reunión del G20 en abril del 2009. Él y sus partidarios querían detener a los miembros del gobierno de Blair.
“Realmente vivimos en un mundo trastornado, donde gente poco práctica y subversiva desde el punto de vista democrático y de la libertad, recibe estas medallas. Lo único que no puedo comprender es porque a personas como él les otorgan premios, mientras que personas como yo son castigadas”, señaló Chris Knight.
Tony Blair recibió la medalla de la Libertad de las manos de Bill Clinton, ganador del mismo premio en el 2006. Ambas condecoraciones por la paz estuvieron envueltas por diferentes guerras.
“Clinton es menos prominente como criminal de guerra porque durante su mandato encabezaba el Estado cuando la OTAN empezó la campaña en Yugoslavia. Pero no obstante, me atrevería a sugerir que ambos líderes tienen las manos con sangre", declaró Michel Chossudovsky, director del centro de investigaciones sobre la globalización.
Después de dejar el puesto de primer ministro, Tony Blair se convirtió en el enviado del cuarteto de la paz para Oriente Próximo, un orador que, según informes, podría ganar hasta 400 mil dólares por 90 minutos de discurso. Una gran parte de sus capitales son destinados a su organización benéfica que apoya a veteranos de guerra.
Pero muchos consideran que esta acción caritativa se realiza con “dinero manchado de sangre”. Blair también donará el nuevo premio de 100 mil dólares recibido junto con la medalla de la Libertad. Pero, a pesar de todas sus actividades humanitarias, muchos insisten en que todo esto no compensará sus responsabilidades durante su mandato como primer ministro.