La increíble historia de una foto del 11-S y de uno de sus protagonistas

Entre los restos de las torres gemelas de Nueva York tras el atentado del 11-S se halló una fotografía de una boda, cuya alegría contrastaba con la tragedia de lo sucedido. Durante más de diez años la instantánea ha estado en poder de la estadounidense Elizabeth Stringer Keefe –quien la recibió de un amigo–, que ha tratado en vano de saber quiénes eran sus propietarios. Hasta hace una semana. Entonces Keefe logró dar con una de las personas que aparecen en la imagen, recoge 'The Independent'.

Después de publicar un anuncio en Twitter, la estadounidense difundió la imagen por todo el mundo. Y recibió un mensaje de un hombre llamado Fred Mahe, que le aseguraba que él se encontraba en la foto. Además, le reveló que todos los que posan para la instantánea de la boda, que había tenido lugar en Aspen (en el estado estadounidense de Colorado), se encontraban sanos y salvos.

Mahe, que vivía y trabajaba en el neoyorquino distrito de Manhattan en el momento de los ataques, había pegado la foto en la pared situada al lado de su escritorio, junto a otras imágenes de su familia y amigos. Cuando uno de los aviones de United Airlines se estrelló contra la torre sur del World Trade Center, Mahe todavía se encontraba camino de su puesto de trabajo.

"¿Está ignorando EE.UU. las lecciones del 11-S?"

Después de lo sucedido, Mahe no volvió a pensar en las cosas que había dejado en su escritorio, incluida aquella foto. Pero la instantánea se haría conocida mundialmente años después. "Nunca habría pensado en esto. El 11-S me cambió. Vi lo peor de la humanidad, vi abiertas las puertas del infierno. Pero en el 12-S, como yo lo llamo, vimos lo mejor de la humanidad", afirmó Mahe.

Mahe y Keefe han decidido que la foto quede en manos del museo neoyorquino que guarda la memoria del 11-S. "Es un símbolo de la perseverancia de la comunidad y ese mensaje está en línea con el 11-S y el 12-S, así que es correcto dejarlo aquí como símbolo de la fuerza y la esperanza que perduran más allá de lo sucedido", concluyó Keefe.