Cosmonautas llevan consigo el perno obstáculo
Los miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional han traído a la Tierra el perno que produjo la demora de su retorno. Después de su exitoso aterrizaje en las estepas de Kazajistán todo se prepara para el envío de una nueva expedición permanente a la órbita.
Inmediatamente tras ser sacado da la cápsula de aterrizaje el jefe de la tripulación Alexandr Skvortsov admitió que la Tierra los recibió suavemente y con ternura. El campo fue arado para que aterrizaran bien, explicó el cosmonauta, luego de que enseñó un perno que había provocado la demora del desacoplamiento de 24 horas.
Junto con él regresaron de la órbita su compatriota Mijaíl Kornienko y la astronauta estadounidense Tracy Caldwell-Dayson, que pilotaban la EEI desde el 2 de abril.
Según explicó el director general de la Agencia Espacial rusa, Roscomos, Anatoli Perminov, luego de las revisiones que la tripulación llevó a cabo se puede decir que el peligro para la pérdida de hermetismo no existía y la posible bajada de presión de la que habían informado los sistemas automáticos de seguridad instaladas en la estación orbital resultó una falsa alarma. “El problema sólo era mecánico y muy menor, por lo que se arregló rápidamente gracias a un trabajo coordinado”, señaló el alto ejecutivo.
Mark Bowman, el subdirector de programas tripulados de la NASA, que también asistía al descargue de los tripulantes del aparato, agradeció a sus colegas rusos así por el “fantástico” aterrizaje como por la profesionalidad mostrada el día anterior. Destacó la rapidez con la que se localizó el obstáculo para el desacoplamiento y el trabajo en conjunto de los ingenieros terrestres y el orbital para arreglar el problema y asegurar el vuelo de regreso.
Después los tres cosmonautas fueron trasladados a un barrio de Moscú, donde les han recibido allí sus familias y el equipo médico del centro de entrenamientos de cosmonautas Yuri Gagarin, que acaban de autorizar el envío al cosmódromo de Baikonur, Kazajistán, del grupo de tripulantes para una nueva misión a la Estación Orbital. Esta última será integrada por el norteamericano Scott Kelly, los rusos Alexandr Kaleri y Oleg Skrípochka —equipo principal— y de recambio: Ronald John Garan, Serguéi Volkov y Oleg Kononenko.
Los seis integrantes, junto al equipo auxiliar, han llegado a Baikonur en dos vuelos de los aviones Tu134 e Il75 procedentes de Roscosmos.