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De regreso a casa

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Los tripulantes de una expedición espacial decidieron desmentir ante la prensa todos los rumores que rodean su último viaje. La nave Soyuz no pudo desacoplarse de la plataforma en el primer intento, algo que nunca sucedió en la Estación Espacial Internacional.
De regreso a casa

Los tripulantes de una expedición espacial decidieron desmentir ante la prensa todos los rumores que rodean su último viaje. La nave Soyuz no pudo desacoplarse de la plataforma en el primer intento, algo que nunca sucedió en la Estación Espacial Internacional.

Los cosmonautas explicaron a los periodistas que sí estuvieron un poco decepcionados cuando su regreso a la Tierra se aplazó. Sin embargo, en realidad, ha sido un problema muy pequeño, que se logró resolver en unas horas. Según explicó anteriormente el director general de la Agencia Espacial rusa, Roscomos, Anatoli Perminov, “el problema sólo era mecánico y muy menor, por lo que se arregló rápidamente gracias a un trabajo coordinado”.

Los tripulantes pasaron bien el aterrizaje, y su estado de salud ha sido bueno. Inmediatamente, tras ser sacados de la cápsula, el jefe de la tripulación, Alexander Skvortsov, admitió que la Tierra los recibió suavemente y con ternura. Tras el chequeo médico en un hospital de campo, los tripulantes fueron trasladados en un helicóptero al aeródromo cercano de la ciudad de Karagandá, y luego en un avión a la Ciudad de las Estrellas. Los cosmonautas pasarán allí la rehabilitación después del vuelo, aunque su colega estadounidense volvió a su país.

Los tripulantes regresaron a la Tierra tras 176 días pasados en el espacio. Trajeron consigo resultados de más de 40 experimentos realizados en la plataforma orbital. Sin embargo, de regreso confesaron que lo que les parecía una de las cosas más interesantes fue simplemente la posibilidad de ver la Tierra desde una perspectiva completamente nueva.

Desde luego, han sido meses de esfuerzos personales sin igual. Como siempre hubo cosas que los cosmonautas echaban de menos, por ejemplo, la naturaleza terrestre o la comida casera.

Según una de las tradiciones de Baikonur, tras el aterrizaje, a los recién llegados les invitan a comer manzanas. Sin embargo, esta vez la costumbre se convirtió en una broma. El ingeniero de a bordo, Mijail Kornienko, dijo que de vez en cuando habría que cambiar la tradición: al llegar a la Tierra tenía ganas de comer pepinos, que no había probado durante medio año, mientras que manzanas habían recibido en la EEI con el carguero ‘Progress’. A su vez, el comandante de la tripulación, Alexander Skvortsov, confesaba que echaba de menos el sabor del 'shashlyk', la carne asada.

Skvortsov habló de la vida en el espacio durante la misión, respondiendo a las cartas recibidas en el marco del proyecto 'El buzón de la EEI', realizado en el Museo de Cosmonáutica. Así, explicó que el módulo de investigación 'Rassvet' produce el máximo ruido de todos los equipos de la EEI, y que los tripulantes no tienen muchos problemas con los aparatos de regeneración de oxígeno fallidos, porque hay a bordo sistemas de repuesto.

Según Skvortsov, el mismo cosmos (o, como precisa el cosmonauta, la microatmósfera alrededor de la estación) tiene su propio olor, muy específico, no desagradable, pero sí muy inusual. El comandante de la misión incluso recibió una carta de amor. Cabe mencionar que Fiódor Yurchijin sigue narrando sobre el espacioen su blog, desde a bordo de la Plataforma Orbital.

Alexander Skvortsov, antes de regresar a la Tierra, delegó sus poderes a su colega, el astronauta de la NASA Douglas Wheelock, quien ejercerá como comandante de la misión 25 de la EEI, hasta mediados de octubre.

Hasta la llegada a la Plataforma Orbital de la primera nave Soyuz TMA 01M, equipada con sistemas de control digitales, y que traerá a los nuevos tripulantes a bordo, permanecerán en el espacio solamente tres especialistas: el ruso Fiódor Yurchijin y los estadounidenses Douglas Wheelock y Shannon Walker.

Mientras, ya han llegado a Baikonur el grupo de tripulantes para la siguiente misión a la Estación Orbital. Esta última será integrada por el norteamericano Scott Kelly, los rusos Alexander Kaleri y Oleg Skrípochka —como equipo principal— y Ronald John Garan, Serguéi Volkov y Oleg Kononenko, de recambio.

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