México declara que el crimen organizado no trata de controlar el país
El subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores para América del Norte, Julián Ventura, negó que el país viva una “insurrección” y que los cárteles tengan objetivos políticos como se insinúa desde algunos sectores políticos de Estados Unidos.
El vicecanciller, en respuesta a un discurso del senador estadounidense Richard Lugar difundido por la prensa, afirmó que el crimen organizado que opera en su país no participa en la lucha por el control de territorios, pero sí persigue intereses económicos a través de tráfico de drogas y de armas, así como del lavado de dinero.
De acuerdo con la agencia estadounidense AP, la apreciación del legislador de EE. UU en cuanto a que la guerra de la droga en México ha adquirido características de "narcoinsurrección", está contenida en un discurso que Lugar tiene previsto pronunciar hoy en Indianápolis y del cual esa agencia obtuvo una copia.
"Están intentando limitar o negar el control gubernamental en partes de México", señala el republicano de mayor jerarquía en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado. "Los cárteles están trabajando para convencer a la población de que la ofensiva militar y las reformas políticas del presidente Calderón son fútiles y, de hecho, la causa de la espiral de violencia". Estas son las palabras del político que han causado la reacción de Julián Ventura.
El alto funcionario mexicano añadió que la corresponsabilidad y cooperación bilateral son fundamentales para combatir a la delincuencia organizada, pues ésta tiene un carácter transnacional.
México también protestó categóricamente contra una declaración de días atrás de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que afirmó en un discurso que el narco en México mostraba rasgos de "insurgencia" y comparó al país con Colombia en la década de los 80, cuando las FARC controlaban una porción importante de su territorio. Al día siguiente el presidente, Barack Obama, declaró que no era válido comparar a ambos países, desautorizando así las palabras de Clinton.